La creación del mundo y la guerra entre los ángeles y los demonios [A106.0.1]

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1555n

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Notas

Esta versión, transmitida en árabe, ha sido traducida por Óscar Abenójar.

Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Transcripción

Traducción

Al principio del mundo, antes incluso de que los seres humanos hubiesen sido creados, Dios todopoderoso, rey soberano, creó a los ángeles y a los demonios. Tanto unos como otros fueron enviados a la tierra, moraron en ella y se extendieron por todas partes.

Pasaron los años, y entonces los ángeles y los demonios libraron una gran batalla. De aquella guerra resultaron vencedores los ángeles, y todos los demonios, a excepción de dos o tres, fueron completamente exterminados. Los demonios fueron derrotados, y Dios llevó a los ángeles al cielo. Después Dios creó la tierra. Y a medida que la iba moldeando, le dijo:

—¡Tierra! Si me obedeces, serás recompensada. Pero, si te atrevieras a desobedecerme, te castigaría.

Y la tierra respondió:

—¡No, Dios mío! ¡Te obedeceré!—.

Y así fue como creó la tierra… Después creó el paraíso, y le dijo:

—Si me obedeces, serás recompensado. Pero, si te atrevieras a desobedecerme, te castigaría.

Y el paraíso respondió:

—¡No, Dios mío! ¡Te obedeceré!—.

Y el paraíso fue creado. También habló con el fuego. Le dijo:

—Si me obedeces, serás recompensado. Pero, si te atrevieras a desobedecerme, te castigaría.

Y el fuego respondió:

—¡Te obedeceré!—.

Por último, creó el mar. Y el mar, una vez que fue creado, también aceptó obedecer a Dios.