Los cigarrones de oro

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1572r

Informantes

Notas

La informante indica que aprendió este registro de su sobrina.

Bibliografía

Otras versiones de "Los cigarrones de oro"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 74); Alcalá Ortiz (2003: n.º 4040); Atero Burgos (2003: n.º 320); Checa Beltrán (2005: n.º 54); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1995: n.º 54); Moreno Moreno (2016: n.º 209); Pimentel García (2020: n.º 910).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

La virgen de las Mercedes,     la patrona de Alcalá,

suplico me dé su gracia     para poder explicar

el grande milagro     que hizo con amor

esta gran señora     en un  labrador.

Un día en el mes de mayo,     cuando el mes iba mediado,

estaban los labradores     contentos con su sembrado

porque en aquel año     Dios había querido

que todo el sembrado     hubiera crecido.

Un día en el mes de mayo,     vieron que el sol se tapó,

un nublo de cigarrones     que a los sembrados calló,

y los labradores decían:     —¡Dios mío,

estos cigarrones     nos dejan perdidos!—.

Un labrador muy honrado     a grandes voces decía:

—¡Oh, virgen de las Mercedes,     socórrenos madre mía!.

Bien sabes, señora,     que siendo tu día,

he venido a verte     con mucha alegría.

Si quisiera, gran señora,     estos bichos retirar,

tres cigarrones de plata,     yo te prometo comprar—.

En aquel instante,     el sol se destapaba

y los cigarrones     todos se marchaban.

Otro día en la mañana     fue a recorrer su sembrado

y vido que por el suyo     ningún daño había causado.

En aquel instante     lleno de alegría,

se marchó a Alcalá,     fue a una platería.

Compró sus tres cigarrones     y se fue a Consolación

y delante de la Virgen     una salve le rezó.

—¡Toma, madre mía,     lo que te ganaste

 y te doy las gracias,     que nos remediaste!—.

Y a todos sus hijos     también les encanta

que le recen todos     de muy buena gana,

porque es una madre     que no tiene igual

y a la gloria eterna     nos puede llevar.