¿Quién manda? [ATU 1375]

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1608n

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Notas

Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Transcripción

Que dice que bajan San Pedro y Jesucristo a dar una vuelta por el mundo, dice que iban a comprobar, por curiosidad, bueno, quién mandaba en las casas, porque uno decía San Pedro decía que si mandaba el hombre, Jesucristo decía que si mandaban las mujeres. Bueno, total que:

—Mira, donde mande la mujer le damos una vaca, y ande mande el hombre, le damos un caballo.

Bueno, pues venga, vamos a empezar.

Llegan a una puerta y llaman, “¡pom, pom!”:

—Sí.

—Buenas.

—¿Qué? ¿Qué tal?

—Bien, bien. Mire, es que venimos preguntando que a ver, en esta casa ¿quién manda?

—Mira, pues en esta casa manda mi mujer.

¡Zaca!, una vaca.

Siguen más alante el camino, vuelven a llamar:

—No, que queríamos saber quién manda en esta casa.

Dice: No, no, en esta casa manda mi mujer.

¡Zaca!, otra vaca.

Y dice el otro:

—¿Ves?, no si ya te dije yo que aquí…—.

Bueno, ya por fin llaman a una casa, sale ahí un tío, viene, que había venío de trabajar, estaba to hecho un légamo…

—Bueno, mira, es que queríamos preguntarle que quién manda aquí.

—¿Cómo que quién manda aquí?, ¡aquí mando yo! ¡coño!, ¡aquí mandan mis cojones! ¿Quién va mandar aquí en esta casa?, ¿pero vosotros qué sos creéis?

—Shh, ¡un caballo pa este! ¡Hala!, ¿ves?, ya te decía yo que mandaban.

Siguen camino alante. Al poco tiempo viene el del caballo, viene con el caballo al trote “ta, ta, ta”.

—¡Oigan, oigan!, ¡esperen, esperen!, ¡un momento por favor!

—Sí, sí, ¿qué?, ¿qué es lo que quiere usted?

—Mire, que es que han estado ustedes allí y man dao este caballo. Man preguntado, les he dicho que mandaba yo y man dado este caballo.

Dice: Sí, sí, y qué, ¿qué es lo que quiere usted?

—No, pues na, que es que ha llegao mi mujer y dice que por qué no me dan una vaca.

Resumen de ATU 1375

Who Can Rule His Wife? (Including the previous Type 1366A*). This type exists chiefly in four different forms:

 (1) A man goes on a journey to discover whether husbands or wives have more power. He takes along two (more) horses (symbols of masculinity) and many eggs (nuts, hens, other symbols of femininity, agricultural products that belong to the female sphere of work). Wherever a husband rules the house, the traveller gives him a horse, and wherever a wife is the master, she receives an egg. There is a great demand for eggs [T252.1].

Finally the traveller finds a man who claims to be master. When this man chooses a horse, his wife contradicts him and he has to settle for an egg.

(2) A ham is offered as a price to any man who does not regret his marriage vow during the following year (and a day), or who can prove that he is not afraid of his wife.

(3) A piece of bacon is hung at the city gate with a written message: "lt will go to whichever husband will swear that his wife does not dominate him". The farmer who claims the bacon refuses to hide it under his smock, because he is afraid of what his wife will say if he gets marks from the fat on his Sunday coat.

(4) A priest asks all the men who consider themselves to be masters of their house to sing the song "Christ is Risen". All the men are silent and all the women (only one man) sing.

Or the priest sings the song by himself. The next year, even he is silent, because now he has a housekeeper. (Uther, 2004: II, 179-180).

[¿Quién puede gobernar a su esposa? (Incluyendo el anterior Tipo 1366A*). Este tipo existe principalmente en cuatro formas diferentes:

(1) Un hombre emprende un viaje para descubrir si los maridos o las esposas tienen más poder. Se lleva consigo dos (más) caballos (símbolos de la masculinidad) y muchos huevos (frutos secos, gallinas, otros símbolos de feminidad, productos agrícolas que pertenecen al ámbito laboral femenino). Donde sea que un marido mandara en su casa, el viajero le daría un caballo, y, donde sea que una esposa fuera la dueña, esta recibiría un huevo. Hay una gran demanda de huevos [T252.1].

Finalmente, el viajero encuentra a un hombre que asegura ser el dueño. Cuando este hombre elige un caballo, su mujer lo contradice y tiene que conformarse con un huevo.

(2) Se ofrece un jamón como premio a cualquier hombre que no se lamente de sus votos matrimoniales durante el siguiente año (y un día), o quien pueda demostrar que no le tiene miedo a su mujer.

(3) Se cuelga un trozo de tocino en la puerta de la ciudad con un mensaje escrito: “Irá a cualquier marido que jure que su mujer no lo domina”. El granjero que reclama el tocino se niega a esconderlo bajo su blusón, porque teme qué dirá su mujer si le salen marcas de la grasa en su abrigo del domingo.

(4) Un sacerdote pide a todos los hombres que se consideran dueños de su casa que canten la canción “Cristo ha resucitado”. Todos los hombres se quedan es silencio y todas las mujeres (solo un hombre) cantan.

O el sacerdote canta una canción él mismo. Al año siguiente, incluso él mismo se queda en silencio, porque ahora tiene una sirvienta. (Traducción de Laura Moreno Gámez)]