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IGRH: 0049
Otras versiones de "Conde Niño"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
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Transcripción
Mañanita, mañanita, mañanita de san Juan,
se pasea Gerineldo por las orillas del mar.
Mientras mi caballo bebe ahora voy a echar un cantar
pa que se entere mi novia que está en palacio real.
La reina que lo ha sentido al balcón se ha ido asomar.
—Mira, hija, qué bien canta la serena de la mar.
—No es la serena, madre, ni tampoco el serenar,
que es el conde Gerineldo que por mí penando está.
—Si es el conde Gerineldo que por ti penando está,
que le peguen cuatro tiros a las orillas del mar
y otros cuatro a su caballo a las orillas del mar—.
En el medio del palacio una voz se ha oído gritar:
—¡Adiós, conde de mi alma!, que ya no te veo más,
dentro cuatro o cinco días juntitos vamos a estar—.
Pasa un día, pasan dos, la niña malita está,
pasan tres y pasaron cuatro, ya la llevan a enterrar.
Él por ser hijo del conde en un panteón está,
ella por ser de la reina, cuatro pasos más allá.
En medio de las dos tumbas ha florecido un rosal
con un letrero que dice: “Ha muerto por mi mamá,
que me mató a mis amores a las orillas del mar.”
La madre que se ha enterado y lo ha mandado a cortar,
mientras más rosas le corta, más florecía el rosal.
Eso eran dos amores que se querían de verdad.
