Las tres palomas del lago

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1624n

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Notas

Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Transcripción

Era una vez tres palomas mu bellas, mu hermosas, mu preciosas y estaban en un lago y allí iba un pastorcillo a llevar el rebaño de, de ovejas que tenía. Las palomas cuando veían al pastor, se abajaban, pero el lago estaba como dormido y entonces, las palomas cuando veían al pastor po se ponían mu contentas, se abajaban, revoloteaban por los laos y eso. Y así cada día. Pero ahora cuando venían gentes allí a pasear, po las palomas en una rama montás y las palomas no bajaban.

Pero el pastorcillo un día pos dejó de venir y las palomas estaban tristes, que no lo veían. Entonces pos… entre ellas se hablaban que el pastor no venía, que | que entre ellas sí se hablaban, ¿sabes? Pero después nadie se enteraba. ¡Ah!, por allí, como te ha dicho antes, iba mucha gente a pasear pero del lago, del trozo que había el agua dormida pos de allí no podía pasar nadie porque to el mundo como si lo empujaran hacia atrás, así, para allá no podía pasar nadie na más que hasta donde llegaba el lago donde estaba dormido.

Po bueno, pasa por allí un caballo mu bonito y llevaba un chiquillo precioso, guapísimo encima. Entonces po el caballo tenía sed, se paró en el lago y empezó a beber y cuando cogía el agua po, echaba así la cabeza pa atrás porque como no podía beber… aquel agua estaba pero no, no bebían na más que las palomas.

Po bueno, se lo llevó pa otra… más p’arriba y entonces po bebió el, el caballo. Pero el, el niño que iba en el caballo le habían gustado las palomas y empezó a mirarlas y empezó a ponerle la mano como pa que se vinieran hacia él. Pero no venían y entonces se fue. Pero tan enamorado se quedó de las palomas que, él vivía mu lejos pero volvió cuando le | pasó un tiempo po volvió otra vez y las palomas seguían allí. Pero pasa un pájaro mu grande y le dice:

—Palomas, ¿qué hacéis? ¿por qué estáis llorando?—.

Y, y las palomas se callaron, no le contestaron, les dio miedo de aquel pajarraco tan grande, ¿sabes?

Una de ellas se acercó al pájaro aquel y le dijo que lloraban por sus padres, que no venían, que allí había un palacio mu grande, que eran de sus padres, que eran de ellas pero que había desaparecido todo.  Asín pasan los días y los días y entonces viene otra vez el niño aquel que era un príncipe, ¿sabes? y ve al pájaro y le dice:

—Ahí hay tres palomas y están llorando, dice que había un palacio y que ha desaparecido que lo que ha quedado es el lago de | que había en la delantera del palacio.

Y dice:

—¿Eso cómo puede ser?—.

Estando allí hablando pasa una mujer mu guapa, mu guapa, vestida de blanco, con una esta aquí… una estrella aquí en la frente y le dice:

—¿Qué es lo que pasa?—.

—Que las palomas están llorando porque dicen que tenían un palacio y ya no lo tienen.

Dice:

—Eso lo voy a solucionar yo—.

Y entonces saca una vara, una vara mu bonita, hace así y la saca y hace así y sale una torreta mu grande para arriba, ahora le da otra vez y se va formando la torre y va pa abajo, pa abajo, pa abajo y se va extendiendo pa los laos y ya se va formando el castillo. Se formó el castillo y ya la paloma una po se fue volviendo a poquito a poco, a poquito a poco una princesita, después la otra y después la otra. Y ya, po llega una carroza mu linda, mu preciosa y llegan los padres de ellas, los reyes y dicen:

—Hijas, mías ¿dónde habéis estado? Que habemos venido y el palacio no estaba.

—Papá, llevamos aquí mucho tiempo.

Y no sé si dijeron cuatro o cinco años que llevaban allí, siendo palomas. Y entonces dice:

—Había un pastorcillo que hablaba con nosotras pero desapareció también.

Y entonces dijo el hada buena:

—Es que el hada mala se lo llevó y lo ha vuelto un, lo ha vuelto un sapo —y dice—, pero yo lo voy a solucionar.

Entonces el hada po fue otra vez otra vez y fue y desapareció y cuando apareció otra vez po venía con el pastor que ya era mu grande, mu guapo y ahora el rey da una fiesta ya que estaba hecho el palacio y to. Y aquel lago que estaba así que estaba el agua dormida po eso se vuelve una fuente mu bonita de palacio, ¿sabes? y los jardines de palacio y to. Y allí formó una fiesta mu grande, mu grande, y invita a to, a to el mundo. Allí van los que no tenían nada, los que tenían mucho, to el mundo va a palacio a comer y a beber.

Y entonces una de ellas po se enamora del príncipe, dice que está enamorado de ella, que se case con ella. Habla con el rey y le dice que sí, que se puede casar pero que sus padres tenían que venir para conocerlos y eso.

Y entonces se presenta el hada y traía a los padres, traía a los hermanos y a toda la familia. La traía en una carroza mu bonita, mu grande, se abajan allí. Entonces una de ellas se casa con el príncipe y otra se casa con el pastor. Po se quedó la más chica… se quedó con sus padres. Ahora se van a una tierra lejana y ya po no saben |, bueno saben de ella pero al mucho tiempo ¿sabes? y ya la más chica po dice:

—Mamá, yo quiero ver a mis hermanas.

Y el hada como estaba siempre así… a ver lo que querían, po hizo así con su varita “chin” y vinieron las, las, las hermanas y toda la familia y to y ya tenían niños y to. Ahora hizo así con la otra varita mirando pa’acá para este lao y se aparecen las otras. Y ya po se quedaron todos en palacio y fueron felices, felices, felices.

Y se acabó mi cuento.