Las tres gallinitas y la zorra [ATU 124 + ATU 136]

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Referencia catalográfica: 1625n

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Notas

Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Transcripción

Las tres gallinitas que estaban escarbando en una estercolera. Estaban escarbando, escarbando, coge una y “pun”, empieza a descubrir una casita de madera. Y dicen las hermanitas:

—¡Anda!, ¡qué bien! Tenemos una casita. Así nos metemos ahora y ya cuando venga la zorra no nos come.

—¡No, no! Ésta es mía sola.

Na, pues entonces ya las otras empiezan a escarbar, escarbar y coge otra y empieza también a descubrir otra casita pero aquella era de material, como las casas estas de pared.

Y dice la otra:

—¡Uy! ¡Anda, esta es mejor que la de la hermanita. Aquí nos metemos las dos.

 Y dice la otra:

—¡No! Esta me la he encontrao yo y es pa mí sola. Escarba tú a ver si te encuentras otra.

Y entonces llega la otra “pun” empieza a escarbar y se encuentra una de hierro. Se encuentra una de hierro, ea pues ya están las tres en las casitas y viene la zorra. Llega a la de la casita de palo, de madera, dice:

—¡Anda, gallinitas, qué bien estáis ahora, cada una con su casita! ¿Por qué no me dejas entrar a verla?

—¡No! No te dejo entrar, aquí no puedes tú entrar—.

Dice: —Pues mira que como no me dejes entrar, me pego un peo y te rompo la casita y te como.

—Bueno, intenta, a ver si eres capaz.

Entonces coge la zorra, le vuelve el culo, ¡prún! Le pega un peo y allá va la casita volando.  Cogió, entró “pun” y se comió a la gallinita.

Pues llega a la otra, dice:

—Anda, gallinita, tu casita esta es más buena que la de tu hermana. ¿Por qué no me dejas entrar a verla?—.

Y dice:

—¡No, no, no! Aquí no puedes tú entrar.

Entonces agarra y cogió… y dice:

—Mira que como no me dejes entrar, te hago lo que a tu hermanita: me pego un peo, te rompo la casita y te como.

Y dice:

—Bueno, pues intenta a ver si eres capaz.

Se vuelve y ¡pón! Se pega un peo y nada. Pero se pegó otro más gordo ¡prompón! A la casita a volar también, y se la comió a la gallinita. Entonces ya que se había comido a las dos, va en busca de la de hierro. Y dice:

—¡Anda! Esta sí que es bonita, tu casita, déjamela ver—.

Dice: —¡No, no, aquí no entras tú! Porque si no, me vas a comer como a mis hermanas.

Y dice: —No, no, yo quiero na más entrar y verla.

—¡Que no, que no entras!—.

Dice: —Pues mira que te voy a hacer igual que a tus hermanas, te voy a pegar peos y te la rompo la casita y entro y te como también. Déjame entrar—.

Dice: —¡Que no, que no entras!—.

Entonces agarra y empieza la zorra a volver el culo y se lía a pegar peos, venga pegar peos... Pero como era  de hierro que no la podía romper, hasta que se le rompió el culo a la zorra.

—Anda, ¿y ahora qué hago yo con el culo roto?—.

Entonces agarró y dice la zorra:

—Pos voy a ir a en ca’el latonero a que me eche un culo de lata.

Y ahí había un latonero y dice:

—Bueno, esto veremos a ver cómo te lo yo puedo arreglar.  

Y le echó el culo de lata y dice:

—¿Esto cuándo lo vas a tener?

—Hasta mañana no te lo puedo yo tener.

Coge, a la otra mañana, llegó la zorra, dice:

—¿Qué, está ya el, el culo?—.

Dice: —Sí, le quea un poquillo, le estoy poniendo unos remaches y ya mismo va a estar.

Ea, cuando le puso el culo de lata, va otra vez en busca de la gallinita.

—Gallinita, ¿por qué no me dejas entrar? Que yo no te hago na.

—Que no, que no entras—.

Dice: —Pos, mira ¿a ti no te gustan los higuitos, pasaítos, que están muy buenos?—.

Dice: —A mí sí—, dijo la gallinita.

Pos agarra y se va y le dice:

—Pues mira, yo sé dónde hay una higuera que tiene unos higos mu pasaditos, mu buenos y allí puedes entrar, puedes ir tú a la hora que quieras y te hartas de higos:

—¿Bueno, eso dónde está?

—Eso, detrás de un cerro que hay ahí más allá, está.

—Bueno, pues mañana me iré por ellos, mañana temprano.

—¿A qué hora vas a ir?—.

Le dijo que iba a ir a las siete o por ahí. Dice:

—Pues entonces nada, tú vas y coges los que quieras.

Entonces la gallinita como ya le dijo a las siete pues agarró y “pun” se fue una hora antes p’abajo.

Cuando llegó la zorra, ya la gallinita no estaba allí. “Anda, la gallinita no habrá venío”, se llevó un ratillo esperando, cuando dice:

—Gallinita, no has ido por los higos, como te dije—.

Dice: —Escucha, yo es que fui a las seis—.

Dice: —Anda, ¿y, y mañana vas a ir?—.

Dice: —Sí que voy a ir.

—¿Cuándo vas a ir?—.

Dice: —A la hora de esta mañana, que fui a las seis, que era una hora mu buena, a esa hora voy otra vez.

Y agarró, “pun, pun”, la gallinita y se fue una hora antes también. Cuando llegó la zorra allí otra vez, la gallinita ya no estaba allí otra vez.

—Gallinita, me has engañao otra vez, no has ío.

—Que sí, que fui, que es que fui antes. Una hora antes—.

Dice: —¿Y mañana vas a ir?

—Sí, que voy a ir también.

Pero ya como la zorra se dio cuenta de que iba siempre una hora antes, pues agarró la zorra “pum” y fue también allí y cuando llegó “pon”, se la encontró en lo alto de la higuera. Dice:

—Anda, ¿y ahora? Ahora te pillé.

Pero al mirar pa arriba, la gallinita, “pun”, le pegó un churretazo de mierda en el ojo y se queó la zorra que no vía. En lo que se limpiaba, “uh”, la gallinita volando, fue y se metió en la casita. Y cuando llega:

—Gallinita, si yo no te | yo te lo dije na más para asustarte. Yo no te hago na, déjame entrar, que yo soy amiga tuya…

—Que no, que no, que no, que no. Que no. Bueno, te voy a dejar entrar pero va a ser por donde yo te diga. Tienes que entrarte por la chimenea.

—Bueno, por donde tú quieras.

—Pero espérate un poquito que te voy a poner un colchón pa que cuando al caer, no te hagas daño.

Y la gallinita lo que puso, un perol de aceite muy grande, y cuando ya estaba caliente bastante, agarró y dice:

—¡Ea! Ya te puedes echar.

Y agarró y “pun”, y se cayó en el perol y allí se frio.

Y terminó el cuento con rábanos y pimientos, sardinas asás, chocolate con pan y ya no hay más na.

Resumen de ATU 124

Blowing the House In [Z81]. (Including the previous Type 124A*.) A goose builds a house of feathers, a hog one of stone. A wolf (bear) blows the goose's house down and eats her. He cannot blow down the hog's house. He tries to lure the hog but the hog outwits him: e.g. the wolf suggests they steal apples together (go to the market) but the hog goes earlier so that the wolf cannot eat him. Finally the wolf tries to get into the house through the chimney. He is burned or scalded with boiling water [J2133.7, cf. K891.1.]. Cf. Type 43.

Or, three pigs build one house of straw, one of sticks, and one of iron. The wolf destroys the first two houses and eats the pigs but the third pig is able to outwit him. (Previously Type 124A*.) (Uther, 2004: 95-96).

[Los tres cerditos [Z81] (incluye el tipo previo 124A*). Una oca construye una casa de plumas y un cerdo, de piedra. Un lobo (un oso) derriba la casa de la oca y se la come. No puede derribar la casa del cerdo. Intenta engañarle, pero el cerdo es más listo. P.e.: el lobo le propone robar manzanas juntos (ir al mercado), pero el cerdo va más temprano para que el lobo no pueda comérselo. Al final el lobo intenta entrar en la casa por la chimenea. Se quema con fuego o con agua hirviendo [J2133.7, cf. K891.1.]. Cf. Tipo 43.

O bien tres cerdos construyen una casa de paja, otra de palos y otra de hierro. El lobo destruye las dos primeras casas y se come a los cerdos, pero el tercero consigue salvarse (antes Tipo 124A*) (traducción de Alba Pegalajar Espinosa)]

Resumen de ATU 136

The Wolf Surprises the Pig in an Apple Tree. A wolf sees a pig in an apple tree. He promises not to eat the pig if the pig will throw him one his hams. The pig throws down a piece of thorny wood instead, which cuts the wolf's throat [K1043]. Cf. Type 74C*. (Uther, 2004: 102).

[El lobo sorprende al cerdo en un manzano. Un lobo ve a un cerdo en un manzano. Promete no comerse al cerdo si el cerdo le tira uno de sus jamones. En cambio, el cerdo le arroja un trozo de madera espinosa, que le corta la garganta al lobo [K1043]. Cf. Tipo 74C*. (Traducción de Laura Moreno Gámez)]