El gallo, el gato y la hoz [ATU 1650]

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1632n

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Notas

Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Transcripción

Esto era vez un hombre que tenía tres hijos y, agarró y dice:

—Venga niños, yo estoy malito, yo cualquier día me muero y voy a dejar la herencia. Lo que tengo es un gato, el gato pa ti, el gallo pa’l otro y la hoz pa’l otro. Ustedes buscáis su vida como pueda—.

Entonces dice:

—Po mira, vámonos y al año pos…venimos aquí otra vez a ver cómo la suerte…—.

Salen pa’alante, y… llegan a un cruce de caminos:

—Yo me voy pa allá.

—Y yo pa’allá.

—Y yo pa’allá. Ya nos veremos al año que viene.

Po agarra el del ga-, el del gallo y llegó a un cortijo y dice:

—¡Eh! ¿Hay trabajillo?

—Sí, aquí te puedes quear pa trabajar—.

Dice: —Vale.

Y, y por la mañana cogieron y | salió el aperaor, el del cortijo, dice:

—Venga, vamos a enganchar los bueyes y las carretas, que vamos a ir por el día.

Cogen, enganchan dos carretas con los bueyes y agarran y se van. Y al rato vienen:

—¡Ea! ¡Ya vienen las carretas, ya vienen, pues ya tiene que venir el día!—.

Entonces iban toas las mañanas, iban con las carretas a traerse el día:

—¡Ea! Pos mira ya vienen las carretas, pues ya viene el día.

Y to los días hacían igual. Entonces dice:

—Pos yo tengo un bicho, que lo tengo… que no hacen falta echar carretas ni, ni na.

Dice: —¿Sí? ¿Eso cómo va a ser?

—Yo tengo un bicho que vas a ver.

Lo puso allí en los abarcones, dice:

—Vas a ver, cuando cante tres veces por la mañana ya está el día aquí. No tenéis que enganchar carretas ni na de eso.

—¿Eso cómo va a ser?

—Po vas a verlo.

Al otro día puso el gallo allí en lo alto de, de los palos y el gallo hacía: “¡kikiriki!”.

—Todavía no se ve bien pero parece que se ve algo.

Al ratillo otra vez: “¡kikiriki!”.

—Oye, pues no que está clareando. ¿Eso cómo lo sabe el bicho este?

—Po pa que tú veas.

A la mijilla el gallo otra vez: “¡kikiriki!”.

—Oye, ya viene el día. Anda, sin necesidad de carretas, este bicho ha anunciao que viene el día—.

Entonces llegó el dueño:

—Mire usted, este hombre trae un bicho que cantando tres veces, ya está aquí el día, no hay que enganchar carretas ni, ni los bueyes…—.

Dice: —Bueno, ¿Usted cuánto quiere por el bicho este? ¿Veinte fanegas de tierra y una yunta de mulos? Yo le doy lo que usted quiera porque nos ahorra usted toas las mañanas de enganchar las carretas y to.

Y hizo el cambio, le dio el gallo y él está con sus tierras y sus… campos.

Bueno po el otro, el del gato, po cogió también y dio con un cortijo, dice:

—A ver, ¿hay trabajito por aquí?—.

Dice: —Sí, que hay, ¿usted se quiere quedar?

—Yo sí—.

Dice: —Ea, po quédese usted aquí.

Y al otro día estaba to lleno de ratones… to el cortijo lleno de ratones. Dice:

—Bueno, ¿esto…, esto no lo ponéis ustedes bien?  Po yo tengo un bicho que eso lo que hace es comerse los ratones.

—Venga ya, hombre, los ratones se meten por los bujeros… ¿quién va a coger un ratón?

—¿Qué no? Ya verá usted.

Y soltó el, el gato allí. Pero él no decía que era un gato, decía que era un bicho. Lo pone y por la mañana amaneció to lleno de, de ratones muertos.

—¡Oy, qué bueno este bicho! ¿Y esto toas las noches?

—Toas las noches.

A la otra noche, igual. Y no quedó ni un ratón en el cortijo, ni un ratón. Enseguida llegó el dueño.

—Mire usted, este hombre tiene aquí un bicho, que, que mire usted, no ha quedao un ratón en el cortijo.

—Pues eso en menester comprárselo. ¿Usted cuánto quiere por el, por el bicho este?—.

Dice: —Mire usted, yo no sé si esto lo puedo yo vender, usted sabe el bicho este lo bueno que es.

—Lo que usted me pida yo le doy por el bicho.

Vamos, porque el tío estaba bien. Le dio su fortuna, le dio dinero… le dio fortuna y entonces cogen el gato. Ea, pos nada, pos ya estaban los dos aquellos solucionaos.

Bueno pues al de la hoz le pasó igual, llegó a otro cortijo y vio a la gente segando con las manos, arañando allí con las manos… Dice:

—¿Ustedes qué hacéis segando el trigo con las manos? Bueno, yo tengo un bicho que siega más que tos ustedes—.

Dice: —¿Sí? A ver.

Coge el hombre la hoz y “pin, pin, pin”, y ya tiene allí to segao. Dice:

—¡Uy, uy, uy! ¿Qué clase de bicho es este?

—Este, mire, este… un bicho que siega.

—Bueno pos ese bicho, hombre, eso es una solución pa’l cortijo. Hombre, esta hoz me la tiene que vender que tal, que cual.

—Bueno, pues mire usted, sí se la voy a vender.

—¿Usted cuánto quiere por ella?

—Mire usted, yo quiero tanto más cuanto.

Hizo también su fortuna. Ea, pues cogieron al año y se vieron cada uno allí a, adonde vivían a su casa. Dice:

—Oye, ¿tú qué? ¿Cómo te ha ido la vida?—.

Dice: —¿Yo? Yo cogí la hoz y la vendí por to lo que yo he querío. ¿Tú sabes aquella gente lo atrasá que estaba? Uno segando con una lezna, otro con unos, con unos alicates… y, y cuando vio la hoz… y, y me han dao to lo que yo he querío. Y ya tengo yo mi fortuna.

—Mira, po a mí con el gallo me pasó igual. El gallo… cuando vieron que venía el día y no tenían necesidad de carretas ni de na… me han dado una yunta de mulos, veinte fanegas de tierra…—.

Y el otro. Dice:

—A mi me pasó igual, yo con el gato, llegué a un cortijo que había muchos ratones. Y ha agarrao y, y en dos o tres noches se ha comío todos los ratones que había.

—¿Ea, ya tenemos la solución?

—Ya tenemos la solución.

Ea pos mira, menos mal que la herencia de padre nos ha dejao tener la solución.

Y ya colorín, colorao, este cuento se ha acabao. 

Resumen de ATU 1650

The Three Lucky Brothers. A poor man dies, leaving his three sons only a rooster, a cat [N411.1.1] (cf. Type 545B) and something else (musical instrument, scythe [N411.2.1], rake, flail, winnowing shovel, hammer, millstone, ax, etc.). This tale exists chiefly in two different forms:

(1) Each son takes his inheritance to a foreign country where it is unknown and sells it there for a fortune [N411]. A king buys the rooster because he thinks that it makes the sun rise. Fools who had used awls to harvest their grain pay generously for the scythe (cf.

Types 1202, 1203, and 1203A) [N411.2]. The cat is sold at a high price in a country plagued by rats where cats were unknown (cf. Types 1281, 1651). Or, the inhabitants flee because they are afraid that the cat will devour everything, not just the rats.

(2) The brothers turn their inheritance into riches by some other means. For example, the millstone falls down onto robbers who are counting their treasure; the robbers flee leaving the money behind (cf. Type 1653).

Or, one brother who has inherited a rope uses it by the shore to make sandals. The devil comes out of the water and asks what he is doing, and he replies that he is making a trap for the devil (to tie the lake together). The devil offers him gold in exchange for the rope (cf. Type 1045).

Or, one of the brother inherits a musical instrument (fiddle) that makes wolves dance. He is given money when he threatens to let the enchanted wolves go free (to call them back) (cf. Type 1652) (Uther, 2004: II, 353-354).

[Los tres hermanos afortunados. Un hombre pobre muere dejando a sus tres hijos solo un gallo, un gato [N411.1.1] (cf. Tipo 545B) y algo más (un instrumento musical, una guadaña [N411.2.1], un rastrillo, un mayal, una pala de cavar, un martillo, una rueda de molino, un hacha, etc.). Este cuento existe principalmente de dos formas:

(1) Cada hijo lleva su herencia a un país extranjero donde nadie le conoce y lo vende por una fortuna [N411]. Un rey compra el gallo porque piensa que hace salir el sol. Unos tontos que ha usado punzones para cosechar su grano pagan generosamente por la guadaña (cf. Tipos 1202, 1203 y 1203A) [N411.2]. El gato se vende a alto precio en un país plagado de ratas que no sabía de la existencia de los gatos (cf. Tipos 1281, 1651). O bien los habitantes huyen porque temen que el gato lo devore todo, no solo las ratas.

(2) Los hermanos convierten su herencia en una fortuna por otros medios. Por ejemplo, la rueda de molino cae sobre unos ladrones que están contando su tesoro y los ladrones huyen dejando el dinero atrás (cf. Tipo 1653).

O bien el hermano que había heredado una cuerda utiliza un extremo para hacer sandalias. El diablo sale del agua y le pregunta qué está haciendo y este le responde que está haciendo una trampa para el diablo (para atar el lago). El diablo le ofrece oro a cambio de la cuerda (cf. Tipo 1045).

O bien uno de los hermanos hereda un instrumento musical (un violín) que hace bailar a los lobos. Le ofrecen dinero cuando amenaza con dejar sueltos a los lobos encantados (llamarlos de nuevo) (cf. Tipo 1652) (traducción de Alba Pegalajar Espinosa)]