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En esta versión, se repite el último verso.
Bibliografía
IGRH: 0176+0168
Otras versiones de "El quintado"
Otras versiones de "La aparición de la enamorada muerta"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
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Transcripción
A eso de abril y mayo, cuando las ricas calores,
cuando la cebá desgrana y los trigos toman colores,
cuando los enamorados requiebran a sus amores,
cuando la guerra estalla uno de esos batallones,
más de cuatro mil llevaban soldados para la guerra.
Unos cantan y otros ríen y otros ríen y se alegran.
Tan sólo un pobre soldado ni se ríe ni se alegra.
A todas horas del día está maldiciendo la guerra.
Le pregunta el capitán por qué tiene tanta pena:
—¿Es por madre o es por padre o es por temor a la guerra?
—No es por madre ni es por padre ni es por temor a la guerra,
que he dejado a una mujer ni casada ni doncella.
—Toma ese caballo blanco y corre corriendo a verla,
que sin un soldado menos también se acaba la guerra—.
Al pasar por cementerio una sombra negra vi,
mi caballo se ha asombrado, yo también me conmoví.
—¿Adónde vas, soldadito?, ¿adónde vas por ahí?
—Voy en busca de mi Elvira, que hace tiempo no la vi.
—Tu Elvira ya te se ha muerto; la sombra, mírala aquí.
Cásate tú, soldadito, cásate y no estés así.
La primer hija que tengas ponle Elvira como a mí.
—No me caso, no me caso, ni tampoco estoy así,
que me voy a meter a fraile, a fraile san Agustín.
La primera misa que diga la diré yo para ti.