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Notas
Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Transcripción
Una madre que tenía tres hijas y estaban toas solteras y tenían un balcón, lo tenían to sembrao de albahaca. Y pasaba un caballero mu bien vestío y le dice | estaba una de ellas regando la albahaca y dice:
—¿Niña que riegas la albahaca, me puedes decir cuántos piececitos tiene una mata?—.
Le dio vergüenza y se metió dentro. Al otro día salió la otra hermana. Pasa el caballero y le dice las mismas palabras:
—¿Niña que riegas la albahaca, me puedes decir cuántos piececitos tiene una mata?—.
Le dio vergüenza y se metió dentro. Y al día siguiente dice la hermana mayor, dice:
—Po mañana voy a salir yo—.
Y sale ella, viene el hombre, le dice:
—¿Niña que riegas la albahaca, me puedes decir cuántos piececitos tiene una mata?—.
Dice: —¿Y usted como gran caballero, me puede decir las estrellas que tiene el cielo?—.
El caballero se puso malo, se avergonzó, se pone malo y viene un…, un hada y dice:
—¿Qué es lo que le pasa a usted?—.
Dice: —Po que me ha pasao esto: que le he dicho a una señorita que si me puede decir los piececitos que tiene una mata de albahaca y me ha dicho que yo como caballero que le diga cuántas estrellas tiene el cielo—.
Dice: —Por eso no se apure usted, que mañana lo vamos a solucionar to —dice—. Vas a ir a comprar un borrico y dos cajas de pescao y cuando sean la una o la una y media del día que haiga poca gente por la calle, coge el borrico y le cuelga las dos cargas de pescao. Te vistes de pescaero—.
Y pasan tres con su pescao, va por las calles:
—¡Sardinas a beso!, ¡sardinas a beso!—.
Y salen las tres hermanas por la azotea, dicen:
—Mamá, no hay nadie por la calle, vamos a bajar y mus va a dar un canasto de pescao—.
Y se lían las tres a besos con él… le dio to el canasto de pescao y siguió p’alante y al otro día pasó otra vez mu bien vestido, dice:
—¿Niña que riegas la albahaca, me puedes decir cuántos piececitos tiene una mata?
—¿Y usted como gran caballero, me puede decir las estrellas que tiene el cielo?—.
Dice: —¿Y tú cuántos besos le diste al pescaero?—.
Y ahí se acaba.