Quejas de la Magdalena

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1725r

Informantes

Recopiladores

Notas

La informante indica que la suele rezar “cuando se le figura”.

Bibliografía

IGRH: 0004.1

Otras versiones de "Quejas de la Magdalena"

Pimentel García (2020: n.º 284); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 108); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 160).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Cuando la Magdalena estaba     al pie de la cruz sentada

contemplando los dolores     que al hijo de Dios le daban:

—¡Ay, que se muere mi Dios;     ay, que se muere mi alma,

y yo me quedo, Señor,     tan triste y desconsolada!—

Alzó el Señor la cabeza     y a San Juan le preguntaba

que quién era aquella señora     que tan dulcemente habla.

—Señor, es la Magdalena,     ...........................

—No llores, Magdalena,     que no te tengo olvidada, 

que en lo alto de mi templo,     tengo una silla plantada, 

colgada de serafines     y ángeles que la acompañan

y San Miguel en los pies,     que es el que pesa las almas.

Resumen de "Quejas de la Magdalena"

Magdalena se halla a los pies de la cruz. Se queja a Cristo de que no le haya encomendado ninguna misión ni la haya perdonado solo por ser mujer, mientras que a Pedro lo ha nombrado guardián de las puertas del cielo, a Longinos lo ha perdonado y le ha dado la vida, al ladrón crucificado le ha prometido la gloria, a Santiago lo ha nombrado protector de los ejércitos, a san Juan le ha encargado cuidar de María, etc. En algunas versiones, Jesús no conoce la voz de Magdalena y Juan le revela su identidad. En su última agonía, Cristo le promete a Magdalena que tiene una silla reservada en el cielo. En otras versiones, le asegura que será la primera que lo vea cuando resucite.