Conflictos de conciencia en la guerrilla cubana

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1781r

Recopiladores

Bibliografía

Otras versiones de "Conflictos de conciencia en la guerrilla cubana"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 2); Atero Burgos (2003: n.º 132); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 125); Checa Beltrán (2005: n.º 27); Cid (1974: n.º 32); Díaz (2007: F.38); Heredia Menchero (2017: n.º 596); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 265); Moreno Moreno (2016: n.º 15); Pimentel García (2020: n.º 517); Piñero Ramírez (1996: n.º 11); Piñero Ramírez (2004: n.º 9); Piñero Ramírez (2013: n.º 55); Tejerizo Robles (2007: n.º 451).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Iban cien soldados presos     con su sargento a Nueva York

y le ha salido al encuentro     un insurrecto, ¡ay, qué dolor!

El cabecilla les dice así:     —Tos de rodillas, vais a morir—.

Entonces un chico que suspiró,     dijo: —¡Ay, mi madre del corazón!—

El cabecilla insurrecto     oyó un lamento de un militar

y le ha dicho a los suyos: —Quietos,     muchachos, quietos, no hay que tirar—.

El cabecilla se aproximó     a aquel soldado que suspiró,

le dice: —¿Chico, de dónde eres tú?     —Yo soy del pueblo Calatayud.

—Dime el nombre de tu padre,     y el de tu madre quiero saber.

—Mi madre es Antonia Sánchez,     señor, mi padre yo no lo sé.

No tengo padre puedo decir,     dejó a mi madre, también a mí;

yo era pequeño y corto de edad,     por eso ignoro dónde estará.

—Levanta, chico, levanta ya,     que yo soy tu padre y te iba a matar.

La muerte fiera cerca de ti,     ¿dónde estuvieras si no es por mí?—

El muchacho deligente     como un cohete se alevantó,

y se abrazó a su padre     que en hora y media no lo soltó.

—Tú y tus amigos vengan para acá,     que quiero darles la libertad;

y tú, hijo mío del corazón,     sigas conmigo en el batallón.

—No permitas, padre mío,     que yo a tus filas no puedo ir;

tengo a mi madre en España     y no tiene a nadie na’ más que a mí.

Si ganáis este país,     muera mi madre sin verme a mí,

si lo perdéis, mucho peor,     muera mi madre sin verla yo.

—Tienes razón, hijo mío,     con tus amigos debes marchar,

toma estos doscientos pesos     y se los entregas a tu mamá.

—¡Ay, qué contenta se va a poner!     Cuando le escriba lo va a saber,

que en la marina está mi papá,     y que le entrega esta cantidad.

Resumen de "Conflictos de conciencia en la guerrilla cubana"

Un grupo de soldados españoles que luchan en la guerra de Cuba son apresados por unos insurrectos. Cuando estos están dispuestos a fusilar a los españoles, uno de ellos nombra a su madre. El jefe de los cabecillas ordena suspender el tiroteo. Le pregunta al muchacho por sus señas y descubre que es su hijo, a quien abandonó de niño. Le pide que permanezca en su bando, pero el muchacho se niega porque quiere ver a su madre. El cabecilla salva a todos los soldados y le entrega una cantidad de dinero a su hijo para que se la haga llegar a su antigua amante. El soldado se despide feliz al pensar en lo contenta que esta se va a pone cuando conozca el afortunado lance.