[Com.] San Marcos bendito,

tú tienes la llave

de ríos y fuentes

y de manantiales.

 

Y si por nosotros,

Señora, no llueve,

por los pajaritos,

que culpa no tienen.

 

Los trigos se secan,

las hierbas no nacen

y los corderillos

se mueren de hambre.

 

Viva Dios, que nunca muere,

y santa Ana, que es su madre;

Dios quiera que mañana

corra el agua por las calles.

 

¶

[Com.:

Recolectora: —¿Y estas canciones no serán de cuando usted era pequeña solamente? ¿No?

Informante: —Bueno… Yo eso lo oía a las abuelas viejas que lo cantaban.

Recolectora: —Y, ¿qué canciones va a cantar?

Informante: —A ver, pues yo todavía me recuerdo de las canciones que cantaban para el agua, como hace mucha falta.

Recolectora: —¿Y… eso cuándo lo cantaban? ¿Y eso…?

Informante: —Pues cuando hacía mucha falta, salíamos con la Virgen, santa Quiteria, que es la patrona del pueblo; la sacábamos a la peña la Esa, y por el cerro, que le llamamos. Y… había veces, decían las viejas que había veces que, cuando ya venían con la Virgen, incluso, a veces, se tenían que volver, porque ya se ponía feo y nublao, y empezaba a llover.

Recolectora: —Bueno, entonces ahora nos la va a cantar, ¿no?

Informante: —De lo que recuerde, cantaré.

Recolectora: —Bueno. Venga.]