Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
1849c
Categoría:
Informantes
Recopiladores
Notas
Las informantes sesean y neutralizam /l/ y /r/ en posición implosiva y final a favor de [r].
Anotaciones musicales
Partitura
Transcriptor de la partitura
Luis Moreno Moreno
Transcripción
Y a Belén tengo de ir
cuando esté la gente junta
para regalarle al Niño
un arado con su yunta.
Un arado con su yunta,
de piezas lo iré a formar;
que salgan los marineros
(y) al puerto de Claridad.
La mancera, el rosal
donde nacen toas las flores;
María, Madre de Dios,
Madre de los pecadores.
Madre de los pecadores,
vamos a coger el romero;
le haremos a la Virgen
de las flores un sombrero.
Y el gañán, con que va arando,
lleva la vara en la mano;
y esas son las disciplinas
con que a Jesús lo azotaron.
Con que a Jesús lo azotaron,
¡viva la estrella real!,
que salgan los marineros
al puerto de Caridad.
La reja era la lengua,
la que todo lo decía,
y en al cabo digamos:
“¡Viva Sagrada María!”
¡Viva Sagrada María!
Vamos a coger el romero,
le haremos a la Virgen,
de las flores, un sombrero.
Los bueyes son los sayones,
los que siempre van tirando
desde casa de Caifás
(y) hasta el monte del Calvario.
(Y) hasta el monte del Calvario,
¡viva la estrella real!,
que salgan los marineros
(y) al puerto de Claridad.
Los frunciles son de esparto;
siempre los llevan al lado
pa no lastimar el pecho
de Jesús Sacramentado.
De Jesús Sacramentado,
¡viva la estrella real!,
que salgan los marineros
(y) al puerto de Caridad.
Y ese clavo que atraviesa
la garganta y el timón,
(y) es el clavo que atraviesa
los pies de Nuestro Señor.
Los pies de Nuestro Señor,
vamos a coger el romero,
le haremos a la Virgen,
de las flores, un sombrero. [Com.]
¶
[Com.: Antonia: —Ya no sé más. No sé toas las cosas del arao, no lo sé yo.
Leocadia: —Es que has dicho lo…, lo último, lo primero, pues dice: “De piezas…”
Antonia: —Se empieza por la…, por la…, eh…
Leocadia: De piezas lo iré formando.
Toda la pasión de Cristo
de la gloria que esperamos.
La cabeza del arao
que del árbol se crio,
y el hombre le dio la forma
para que hiciera la voz.
Antonia: —Yo como siempre | Yo siempre la he oído asín. Es que se olvida. Yo me sabía el principio na más.
Leocadia: Las orejeras son dos,
Dios las abrió con sus manos;
asín nos abra las puertas
de la gloria que esperamos.
Antonia: —Bueno, a ver si pa otra vez lo ensayamos.
Leocadia: —Bueno, si es que yo no…, eso, que yo las hilo un poco. Pero tú es que has dicho: lo último es la mancera, que es…, es…, el gañán.