Audio
Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante indica que sus amigos no le permitían cantarlo porque lo consideraban desagradable. Se lo enseñaron unas chicas que procedían de Geria, Valladolid, cuando tenía unos diez años.
Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00021 01).
Bibliografía
IGRH: 0020
Otras versiones de "La penitencia del rey don Rodrigo"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Por el valle las Estacas va Rodrigo al medio día;
va relumbrando sus armas como el sol del mediodía.
Ha encontrado un ermitaño, el más cristiano que había:
—Por Dios te ruego, ermitaño, por Dios te rogar quería
que me cuentes la verdad y me niegues la mentira.
—Hombre que esfuerza mujeres el alma tendrá perdida;
el alma perdida no, no siendo una hermana o prima.
—Ay, triste de mí, ay triste, esa fue desgracia mía.
Me acosté con una hermana, esforcé a una prima mía,
he matado a mi mujer, tres hijos que yo tenía.
Maté a mi padre y a mi madre, todos les maté en un día.
Hombre que hizo tantas muertes, ¿qué penitencia tendría?—.
Tratan de hacerle una cueva y enterrarle en ella viva.
Allí había una serpiente que siete bocas tenía.
De la cinta por abajo ya comido le tenían,
de la cinta para arriba, empezado le tenían.
—(Y) trae una luz de pronto, si me quieres ver la vida—.
Y por pronto que la traen, Rodrigo ya se moría.
Cómo tocan las campanas, cómo tocan doloridas
por el alma de Rodrigo, que para el cielo camina.