Silvana

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Bibliografía

IGRH: 0005

Otras versiones de "Silvana"

Alonso Fernández y Cruz Casado (2003: n.º 22); Álvarez Cárcamo (2019: 12.4); Asensio García (2004: pp. 95-96); Atero Burgos (2003: n.º 31); Benítez Sánchez (2000: p. 203); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 193-194); Esteve Faubel (1998: pp. 1084-1085); Fraile Gil (2010: n.º 82); Fraile Gil (2013: n.º 35); Fraile Gil (2016: n.º 44-45); Manzano Alonso (2003: p. 284); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 27); Moreno Moreno (2016: n.º 41, 42); Pimentel García (2020: n.º 181); Piñero Ramírez (1996: n.º 32); Piñero Ramírez (2004: n.º 26); Piñero Ramírez (2013: n.º 28); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 56); Rico Beltrán (2009: n.º 28); Schubarth y Santamarina (1987: n.º 38); Trapero (2000a: n.º 28); Trapero (2000b: n.º 19); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 35); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 69).

Contaminaciones y engarces

Delgadina + Silvana (Piñero Ramírez, 2004: n.º 24); Lanzarote y el ciervo del pie blanco + Silvana (Trapero, 2000b: n.º 5.20); Silvana + Conde Alarcos (Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 36; Valenciano López de Andújar, 1994: n.º 27.a); Silvana + Conde Claros en hábito de fraile (Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 37); Silvana + Delgadina (Trapero, 1985: n.º 66); Silvana + Doncella sorprendida en la fuente (Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 38); Silvana + Novio asesinado (CLO, 0400r); Silvana + Santa Catalina + Devota de la Virgen en el yermo (Trujillo Pacheco, 2017: n.º 35).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

ANASTÁCIO, V. (1982). Os incipit de Silvana no romance do Conde Alarcos: Considerações. Quaderni Portoghesi, 11-12, 227-239.

GUTIÉRREZ ESTÉVEZ, M. (1978). Sobre el sentido de cuatro romances de incesto. En M. Gutiérrez Esteve, J. A. Cid Martínez y A. Carreira (Coords.), Homenaje a Julio Caro Baroja (pp. 551-579)Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.

GUTIÉRREZ ESTÉVEZ, M. (1981). El incesto en el romancero popular hispánico: Ensayo de análisis estructural [Tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid.

MARTÍN DURÁN, A. M. (2016). La denuncia del incesto en el romancero de tradición oral y su función como antídoto de la violencia de género: los romances de Delgadina y Silvana como referente. En ¡Muerto soy! Las expresiones de la violencia en la literatura hispánica desde sus orígenes hasta el siglo XIX (pp. 43-56)Sevilla: Renacimiento.

PEREIRA, A. G. (1908). Folk-lore trasmontano: Dona Silvana. Ilustração Trasmontana, 1, p. 176.

PINTO, A. de M. (1970). Romance de Dona Silvana. Revista Brasileira de Folclore, 27, 118-126.

VALIENTE BARROSO, B. (2015). El Romancero tradicional de Cantabria: el ciclo del tabú del incesto [Tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid.

Transcripción

Silvana se paseaba     por el jardín la Florida,

y su padre la miraba     por un mirador que había.

—La estoy mirando y mirando,     en sueños yo la veía,

y es tanto lo que la quiero,     que en sueños la veía—.

La hija se daba cuenta     que el padre siempre la mira.

—¿Dónde vas tú, mi Silvana?,     ¿dónde vas, Silvana mía?

Esta noche si tú quieres,     será la tuya y la mía—.

Se ha confiado en su madre,     la madre así le decía:

—Esta noche si tú quieres,     lo vamos a ver, hija mía,

que yo me ponga tu ropa,     y tú te pongas la mía,

que yo me acueste en tu cama     y tú te acuestes en la mía—.

A eso de las doce y media,     el padre que le decía:

—Ábreme tú, mi Silvana,     la reina de mi Castilla.

—¿Cómo quieres que sea reina,     si ya he tenido tres hijas?

La primera mi Constanza,     la segunda Ana María,

la tercera mi Silvana,     la que deshonrar querías.

—Perdóname tú, mi esposa;     perdóname, esposa mía,

que es tanto lo que la quiero,     que en el sueño la veía.

—Estás perdonado, esposo,     pero no lo merecías,

que a la hija de mi vida     que deshonrarla querías.

Resumen de "Silvana"

Un padre le propone relaciones a la menor de sus hijas. Esta le replica que no pueden amarse porque Dios los castigaría. Poco después, la muchacha se encuentra con su madre y le cuenta lo sucedido. Esta decide remediar la situación vistiéndose con las ropas de su hija y dirigiéndose hacia la alcoba de su marido. Por la mañana, la mujer le revela su verdadera identidad. Él se muestra agradecido por haber defendido su honor y el de su hija. En otras versiones, el padre se desmaya y, cuando vuelve en sí, le ofrece a su honrada hija toda su hacienda.