Presagios del labrador

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Bibliografía

IGRH: 0818

Otras versiones de "Presagios del labrador"

Álvarez Cárcamo (2019: 10.5); Atero Burgos (2003: n.º 35); Fraile Gil (2013: n.º 42); Fraile Gil (2016: n.º 50); Manzano Alonso (2003: p. 540); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 113); Pimentel García (2020: n.º 163); Piñero Ramírez (2013: n.º 70); Salazar (1999: n.º 64); Schubarth y Santamarina (1987: n.º 40); Trapero (2000b: n.º 24).

Contaminaciones y engarces

La rueda de la fortuna + Presagios del labrador (Álvarez Cárcamo, 2019: 14.3; Cid, 1974: n.º 18; Díaz, 1980: n.º 8; Díaz, 2007: F.24; Manzano Alonso, 2003: pp. 385-386; Piñero Ramírez, 2013: n.º 71; Valenciano López de Andújar, 1994: n.º 109, 116).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Era un labrador que labraba     allá en su rica hacienda;

se ha montado en su caballo,     su puerta no estaba abierta.

Se ha ido para la cuadra     por ver lo que había en ella;

había un caballo tordo     con la montura de seda.

—Este caballo no es mío—     (……………………….).

Se ha ido hacia la sala     por ver lo que había en ella;

había zapatos bajos     y también medias de seda.

—Levántate, mujer mala,     levántate, mujer perra,

¿qué daño te he hecho yo     para que tanto me ofendas?

Si lo haces por marido,     haberme mandado una esquela

diciendo que estabas mala     aunque nunca lo estuvieras.

Si lo haces por dinero,     el arca la tienes llena;

y si no tienes bastante,     la de mi padre está media.

Resumen de "Presagios del labrador"

Una mujer le es infiel a su marido, que se encuentra faenando en el campo. Este tiene el presentimiento de que su mujer lo engaña. Vuelve a casa a toda prisa, pero se encuentra la puerta cerrada. Hace un agujero y se introduce en la casa, o entra por la ventana. Se dirige hacia la cuadra, donde hay caballos que no son suyos, después se adentra en la cocina, donde los perros y los gatos están comiéndose las sobras de la comida. Acto seguido, llega a la sala, en la que se encuentra unos zapatos y unas medias de varón. Para finalizar, penetra en la alcoba, donde ambos amantes se encuentran durmiendo. Enfurecido, despierta a los amantes con insultos y les dispara. En algunas versiones, el marido le pide a su esposa que le dé de mamar a su hija por última vez y después la apuñala. Se dirige a casa de su suegra con su hija en brazos. Se la confía y le confiesa que ha asesinado a su esposa. En otras muestras, el labrador descuartiza a su esposa y pregona que venderá su carne en la plaza. En ocasiones, el marido lanza su sombrero al aire para que le vean los cuernos.