Carmelilla y el torero

Audio

Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2006r

Informantes

Recopiladores

Bibliografía

Otras versiones de "Carmelilla y el torero"

Alcalá Ortiz (2006: p. 112); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 73); Atero Burgos (2003: n.º 309); Pimentel García (2020: n.º 593). 

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Carmelilla, una joven trianera,     era guapa y más bella que el sol,

el chavea que la anda queriendo,     se muere por ella y le entrega su amor,

él le dice: —Carmelilla,     por tu amor torero quiero ser,

para tenerte igual que una rosa—.     Y ella, cariñosa, le responde a él:

—Yo no te quiero torero,     te quiero tal como eres,

que a mí no me aciega el oro,     ni el brillo de los caireles,

que yo te quiero a ti solo     (………………………………)—.    

Llegó el día de ser él torero,     afamado y con mucho parné,    

envidiado de otras mujeres     a su Carmelilla le olvidó el querer.

A Carmela le nacen los celos     y las penas en el corazón;

Carmelilla, como es tan devota,     le reza a la Virgen con mucha devoción.

—Que no lo quiero torero,     lo quiero tal como es,

que a mí no me ciega el oro     ni el brillo de los caireles,

que yo lo quiero a él solo     (………………………………………)—.

Llegó el día de torear en Sevilla,     el mal toro le dio una corná,

desde entonces (y) el pobre chavea     (y) ha queado inútil pa no torear.

Despreciado de toas las mujeres,     de su Carmen se vino a acordar;

despreciado de toas las mujeres,     de su Carmelilla se vino a acordar.

—Carmelita, Carmelita,     perdóname si me quieres,

que a ti no te ciega el oro,     ni el brillo de los caireles,

tú me querías a mí solo     (……………………………………….).

—Es verdad que te ha querido     aunque de mí hable la gente,

y aunque no eres de mi rango,     eres buen mozo y valiente

¡Cuánto quiero a mi torero     (………………………………..)!

Resumen de "Carmelilla y el torero"

Carmelilla es novia de un muchacho que decide hacerse torero. Cuando consigue fama, se olvida de ella, quien sin embargo lo sigue amando fielmente. La muchacha le pide a la Virgen que lo aparte de las mujeres que solo lo quieren por el dinero, y que vuelva con ella. Un día, lo coge el toro en la plaza y queda inútil para torear, siendo despreciado por todas las mujeres. Entonces, vuelve a Carmelilla para implorarle su amor, a lo que ella accede sin resentimiento.