El niño pastor

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2025r

Informantes

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Notas

La informante indica que la aprendió mientras labraba el trigo en el campo.

Agradecemos la valiosa colaboración de José Luis Quero Juárez, cronista y antiguo maestro de Mancha Real, que nos facilitó el acceso a la informante.

Bibliografía

Otras versiones de "El niño pastor"

Alcalá Ortiz (2006: pp. 75-78); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1995: n.º 6); Pimentel García (2020: n.º 612).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

En la provincia de Jaén,     pueblo de La Carolina,

habitaba una mujer     viuda con una hija,

pero esa pobre mujer     con el tiempo ya enfermaba,

con aquella sola hija     sin tener quién le ganara.

Y esta pobre hija     a la iglesia se marchaba,

a la Virgen del Socorro,     llorando le suplicaba:

—¡Oh, madre mía del Carmen!,     te pido con devoción

que me salves a mi madre,     ¿sin ella qué voy a hacer yo?

Dime lo que hay que hacer     para a mi madre salvar,

aunque sea pedir limosna     pa poderla alimentar—.

Una vez que se levantó,     se marcha para su casa,

ha llegado un caballero     que sus palabras escuchaba;

cuando la vio salir     y al verla tan guapa,

le preguntó: —Jovencita,     ¿por qué lloras tan amarga?

—Que se me muere mi madre,     no tengo pa alimentarla—.

Entonces el caballero     su cartera se sacaba

y un puñao de billetes     a la joven se los daba.

Ella, al ver tanto dinero,     no se quería entregar.

—Caballero, ¿este dinero     cómo se lo voy a pagar?

—No es pa que me lo pagues,     te lo doy de voluntad.

—Quede usted con Dios, señor,     a mi casa me voy ya,

a ver si mi pobre madre     la pudiera alimentar—.

Empezó a darle alimento,     alimento de a menudo,

pa ver si la salva pronto     de verse sola en el mundo.

La pobre de la madre     a su hija preguntaba:

—¿Qué tanto dinero     en alimento te gastas?

—Un día fui a la iglesia,      a la Virgen suplicaba,

un caballero que había,     el dinero me lo daba;

sin interés ninguno     el dinero me lo daba.

—Hija de mi corazón,     hágome aquí esta ignorancia,

porque el día que yo muera,     tu honra será manchada.

—No te preocupes, madre,     que yo me defenderé,

si necesito darla,     yo cumplo con mi deber,

que todo esto se hace     para una madre salvar,

que el caballero me dijo     que era de voluntad—.

Aquel infame caballero     que sus pasos preseguía

hasta que él se enteró     donde la niña vivía

y la pobre de la madre     con mucho dolor lloraba.

En aquel mismo momento     a Dios le entregó su alma,

la pobre de la hija     con sentimiento lloraba

de verse sola en el mundo     y sin amparo de nadie.

El entierro de la madre     el pueblo se cubrió.

Entonces, el caballero     aprovecha la ocasión:

cuando estaba ella sola,     el caballero llegaba,

con mucha falsedad     de ella se aprovechaba.

Juró casarse con ella,     aunque él tenía capital,

y que nunca en la vida     se vería abandoná.

Se sintió que iba a ser madre     y a él se lo confesó,

y amenazándola a muerte,     a ella la abandonó.

Como siguió abandonada,     para el campo se salió,

para quitarse la vida     por culpa de aquel traidor.

De que ya ha llegado al río     donde iba a tirarse,

se encontró con una anciana,     la que le sirvió de madre.

Se la ha llevado a su casa,     ya sienta la candela,

llorando amargamente,     to se lo contó a la abuela.

—Pues te quedarás con nosotros,     que padres ya has encontrado,

el día que tu hijo nazca,     estará muy bien mirado—.

Ha nacido un hermoso niño     como los rayos del sol,

cuando fue mayorcito,     le metieron a pastor.

Ahora vamos a este padre     que triunfaba de riquezas:

mientras el pobre de su hijo     pasaba muchas penas,

iba un día con el coche     por aquella carretera,

volcó por lo alto un monte,     no le valieron riquezas.

Aquel niño cuando vio     aquel coche de volcar,

echó corriendo a aquel llano,     a ver si lo podía salvar.

Lo sacó debajo del coche     y aquel hombre se sangraba,

sin saber que era su padre,     la vida le deudaba.

Cuando lo tuvo vendado,     a la carretera salió,

y para un hombre malherido,     clemencia del niño pidió.

Bajaron y lo cogieron,     y al hospital lo llevaron,

y allí hubo junta de médicos,     entre todos lo salvaron.

Cuando estuvo ya curado,     a las monjitas preguntaba

quién había sido aquel niño     que su vida le salvara.

Pilló dónde vivía     y al cortijo se marchó

para pagar con dinero     al niño que le salvó.

Al llegar a aquel cortijo     (y) al verla se desmayó

cuando él vio que era la niña     a la que él traicionó;

cuando vio que era su hijo     el niño que le salvó,

se hincaba de rodillas,     les pedía perdón.

—Yo he venido a pagarte     lo bien que has hecho conmigo,

me casaré con tu madre,     llevarás mis apellidos—.

Ya verán ustedes señores     lo que esa madre rogó

que a su hijo le ayudara     la providencia de Dios.

Resumen de "El niño pastor"

Una muchacha pobre vive con su madre, que está muy enferma. La joven acude a la iglesia para pedirle socorro a la Virgen. Un caballero rico lo oye todo y le promete ayuda incondicional. La muchacha adquiere medicamentos para su madre con el dinero que le proporciona el señorito. La enferma le pregunta a su hija cómo ha conseguido el dinero para comprarlos. La hija le refiere la historia del caballero y la madre se preocupa porque está segura de que cuando ella muera, el susodicho le reclamará que le entregue su honra. La enferma muere y el señorito se presenta en casa de la muchacha. La viola y le asegura que se casará con ella. Días después, la joven le confiesa que está embarazada y el señorito la abandona. La muchacha se adentra en la sierra con la intención de arrojarse al río, pero se encuentra con una pastora anciana, que la cobija en su cabaña y la cuida como a una hija. Pasa el tiempo y el niño se convierte en pastor. Cierto día, el padre viaja en automóvil cuando se despeña por un barranco. El niño lo salva y le proporciona los primeros auxilios, antes de que lo trasladen al hospital. Una vez curado, el caballero acude a la casa del pequeño pastor para agradecerle su buena acción. Descubre que la madre del chaval es la joven a la que deshonró hace tiempo. Se muestra arrepentido y promete casarse con ella y reconocer al niño.