El discípulo amado + El rastro divino + El castillo de la Virgen

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2037r

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Notas

La informante lo considera una oración y lo reza los viernes al acostarse.

Agradecemos la valiosa colaboración de José Luis Quero Juárez, cronista y antiguo maestro de Mancha Real, que nos facilitó el acceso a la informante.

Bibliografía

IGRH: 0064.1 + 1537.1 + 0308.1

Otras versiones de "El discípulo amado"

Álvarez Cárcamo (2019: 25.26); Díaz (2007: A.7.1); Fraile Gil (2010: n.º 153); Gómez Garrido (2012: n.º 29, 30); Pimentel García (2020: n.º 269); Rico Beltrán (2009: n.º 79); Schubarth y Santamarina (1986: n.º 59); Trapero (1985: n.º 122); Trapero (2000a: n.º 80); Trapero (2000b: n.º 82, 83).

Contaminaciones y engarces

De ánimas + El discípulo amado (CLO, 0610r); El castillo de la Virgen + El discípulo amado + El rastro divino (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 56); El discípulo amado + El rastro divino (Asensio García, 2004: p. 116; Cid, 1974: n.º 46; CLO, 0219r, 0470r, 0821r, 1363r, 1441r, 1547r; Fraile Gil, 2016: n.º 298; Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 65-67; Trapero, 2003: n.º 66; Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 104; Valenciano López de Andújar, 1994: n.º 158); El discípulo amado + El rastro divino + El monumento de Cristo (Trapero, 2000b: n.º 83.2); El discípulo amado + El rastro divino + Las cinco llagas (Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 103); El discípulo amado + El rastro divino + Quejas de la Magdalena (Schubarth y Santamarina, 1986: n.º 59a1-59a3); El discípulo amado + Meditación sobre la Pasión (Álvarez Cárcamo, 2019: 25.27); El discípulo amado + Santa Catalina (Trapero, 2000b: n.º 82.2); El rastro divino + El discípulo amado (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 84; Trapero, 2000a: n.º 84; Trapero, 2003: n.º 65).

Otras versiones de "El rastro divino"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 4018, 4019); Álvarez Cárcamo (2019: 25.29); Atero Burgos (2003: n.º 67); Benítez Sánchez (2000: pp. 275); Díaz (2007: A.2.1, A.2.2); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: p. 179);Esteve Faubel (1998: pp. 1150-1156); Fraile Gil (2013: n.º  51); Gómez Garrido (2012: n.º 19-21); Heredia Menchero (2017: n.º 67); Hernández Fernández (2010: n.º 18); Marazuela Albornos (1981: pp. 381-382); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 82, 83, 85, 87-90); Pimentel García (2020: n.º 273); Piñero Ramírez (1996: n.º 66); Piñero Ramírez (2004: n.º 51); Piñero Ramírez (2013: n.º 112); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 83); Rico Beltrán (2009: n.º 83); Salazar (1999: n.º 154); Schubarth y Santamarina (1986: n.º 60, 65); Suárez López (2009: n.º 237); Trapero (1985: n.º 123); Trapero (2000a: n.º 83, 85, 86); Trapero (2003: n.º 62-64); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 101, 105); Trujillo Pacheco (2017: n.º 55); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 159).

Contaminaciones y engarces

Cobles del Ram + El rastro divino (Rico Beltrán, 2009: n.º 81); Cobles del Ram + Las cinco llagas + El rastro divino (Rico Beltrán, 2009: n.º 81.2); ¿Cómo no cantáis, la bella?, a lo divino + Alma si eres compasiva o Descendimiento + El rastro divino (Benítez Sánchez, 2000: p. 274); ¿Cómo no cantáis, la bella?, a lo divino + El rastro divino (CLO, 1353r; CLO, 1022r; Jaén Castaño, 2018: n.º 574; Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 71; Piñero Ramírez, 2004, n.º 50; Rico Beltrán, 2009: n.º 77); ¿Cómo no cantáis, la bella?, a lo divino + El rastro divino + Las cinco llagas (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 72); ¿Cómo no cantáis, la bella?, a lo divino + El rastro divino + Quejas de la Magdalena (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 73); Cristo se despide de su madre + El rastro divino (Rico Beltrán, 2009: n.º 82); Desde el Huerto hacia el Calvario + El rastro divino (Asensio García, 2004: p. 117; Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 81; Sánchez Miguel, 1984: n.º 2); Dolor de la Virgen en el portal de Belén + El rastro divino (Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 99); El castillo de la Virgen + El discípulo amado + El rastro divinoMendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 56); El discípulo amado + El rastro divino (Asensio García, 2004: p. 116; Cid, 1974: n.º 46; Fraile Gil, 2016: n.º 298; Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 65-67; Trapero, 2003: n.º 66; Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 104; Valenciano López de Andújar, 1994: n.º 158); El discípulo amado + El rastro divino + El monumento de Cristo (Trapero, 2000b: n.º 83.2); El discípulo amado + El rastro divino + Las cinco llagas (Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 103); El discípulo amado + El rastro divino + Quejas de la Magdalena (Schubarth y Santamarina, 1986: n.º 59a1-59a3); El rastro divino + ¿Cómo no cantáis, la bella?, a lo divino (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 69); Trapero, 2000b: n.º 81); El rastro divino + El castillo de la Virgen (CLO, 0166r; Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 55); El rastro divino + El discípulo amado (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 84; Trapero, 2000a: n.º 84; Trapero, 2003: n.º 65); El rastro divino + El momunento de Cristo + El castillo de la Virgen (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 86); El rastro divino + Las cinco llagas (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 78; Trapero, 2000a: n.º 82; Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 102); El rastro divino + Las cinco llagas + Por las almenas del cielo (Asensio García, 2004: p. 119); El rastro divino + Quejas de la Magdalena + El castillo de la Virgen (CLO, 0517r, 1359r, 1376r); Jesucristo va de ronda + ¿Cómo no cantáis, la bella?, a lo divino + El rastro divino + El monumento de Cristo (Álvarez Cárcamo, 2019: 25. 34); Jesucristo va de ronda + Desde el Huerto hacia el Calvario + El rastro divino (Garrosa Gude, 2017: p. 299); Jesucristo va de ronda + El rastro divino + El monumento de Cristo (Schubarth y Santamarina, 1986: n.º 61a); La galera de Cristo + Desde el Huerto hacia el Calvario + El rastro divino (Sánchez Miguel, 1984: n.º 2); La Virgen anuncia al niño su pasión y gloria + El rastro divino (Álvarez Cárcamo, 2019: 25.12) La Virgen sueña la Pasión + El rastro divino (Betancourt, Bonamore y Cohen, 1992: n.º 20 de «Romances religiosos»; Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 98.1); La Virgen vestida de colorado + El rastro divino (CLO, 0619r, 0756r, 0766r); Santa Catalina + El rastro divino (Trapero, 2003: n.º 67).

Otras versiones de "El castillo de la Virgen"

Álvarez Cárcamo (2019: 25.35); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: p. 75); Fraile Gil (2010: n.º 156); Fraile Gil (2016: n.º 271); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 51-53); Pimentel García (2020: n.º 268); Rico Beltrán (2009: n.º 63); Schubarth y Santamarina (1986: n.º 70); Trapero (2000a: n.º 77, 78); Trapero (2003: n.º 61); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 96); Trujillo Pacheco (2017: n.º 46); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 147).

Contaminaciones y engarces

El ateo + El castillo de la Virgen (Benítez Sánchez, 2000: p. 269; Trujillo Pacheco, 2017: n.º 61; Valenciano López de Andújar, 1994: n.º 165); El castillo de la Virgen + El discípulo amado + El rastro divino (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 56); El rastro divino + El castillo de la Virgen (CLO, 0166r; Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 55); El rastro divino + El momunento de Cristo + El castillo de la Virgen (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 86); El rastro divino + Quejas de la Magdalena + El castillo de la Virgen (CLO, 0517r, 1359r, 1376r); La posada + El castillo de la Virgen (CLO, 0620r); La Virgen sueña la Pasión + El castillo de la Virgen (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 59); La Virgen y el ciego + El castillo de la Virgen (Esteve Faubel, 1998: pp. 1167-1168; Rico Beltrán, 2009: n.º 64; Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 92); Pobreza de la Virgen recién parida + El castillo de la Virgen (Álvarez Cárcamo, 2019: 25.10; Asensio García, 2004: pp. 112-113; Díaz, 2007: B.1.1; Fraile Gil, 2016: n.º 269; De Mur Bernad, 2015: n.º 79); Schubarth y Santamarina, 1986: n.º 6a1, 6a2); Quejas de la Magdalena + El castillo de la Virgen (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 54); Santa Catalina + El castillo de la Virgen (Alcalá Ortiz, 2003: n.º 4031).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

PÉRE RODRÍGUEZ, M. (1981). Romances rezados en la comarca de Acentejo (Tenerife). Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 36, 201-208.

GRANADA, G. de (1978). Dos notas sobre romances tradicionales en Chocó (Colombia). Revista de Literatura, 77-78, 115-128.

PÉRE RODRÍGUEZ, M. (1981). Romances rezados en la comarca de Acentejo (Tenerife). Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 36, 201-208.

RUIZ FERNÁNDEZ, M.ª J. (1997). El infante delator: modelos patrimoniales, vulgares y virtuales en el romancero tradicional. Estudos de Literatura Oral, 3, 171-186.

TRAPERO, M. (1983). Romancero y teatro popular en la tradición oral castellano-leonesa. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 38, 37-53.

Transcripción

De un peral que yo sembré,     fue peral de gran victoria,

y la tierra en que le eché     fue de sagrada memoria.

Las carnes me están temblando     de estas palabras que digo:

quiero volverme cristiana     para recibir a Cristo.

Jesucristo fue nacido     de los brazos de santa Ana;

viendo que su muerte llega,     a sus discípulos llama:

—Venid, discípulos míos,     todos doce en mi compaña,

a ver cuál de los doce     morirá por mí mañana—.

El uno al otro se mira,     ninguno respuesta daba,

tan solo san Juan Bautista,     que predicó en la montaña:

—Yo moriré por mi Dios,     mi muerte no será nada,

la muerte de Jesús     para mí está guardada—.

Está ya amanecido el día     cuando Jesús caminaba

con una cruz en el hombro     y una soga larga.

Por la calle la Amargura,     allí cae, allí levanta;

de ahí sale una mujer     que Verónica le llaman,

con un pañuelo en las manos,     su limpio rostro limpiaba.

Tres dobleces tenía el paño,     tres caras dejó pintadas,

la una está en Jaén,     la otra, en Tierra Santa,

y la otra está en el mar,     donde está el agua sagrada.

En los tres calvarios más altos,     está la Virgen María

dándole a su niño el pecho,     y el niño no lo quería.

Y bajó un ángel del cielo     ...........................

—¿Por qué lloras, padre eterno,     por qué lloras, vida mía?

—No lloro por los azotes,     ni por lo que me dolían,

lloro por los pecadores     que tienen la gloria perdía,

porque el infierno está lleno,     la gloria está vacía.

Quien esta oración rece     todos los viernes del año,

sacará un alma de penas     y la suya, del penal,

quien la sabe y la dice,     quien la oye y no la aprende,

el día del Juicio Final,     sabrá lo que le conviene.

Resumen de "El discípulo amado"

La noche de Jueves Santo, Jesucristo reúne a sus discípulos y los convida a cenar. Una vez han terminado, Jesús les pregunta quién de ellos estaría dispuesto a morir por él. El único que responde es san Juan Bautista. Jesús le agradece el gesto, pero asegura que su sentencia es firme y que morirá crucificado al día siguiente. En versiones menos extendidas, es san Pedro quien se ofrece a morir por él, pero Jesús le recrimina que antes de la mañana lo negará tres veces.

Resumen de "El rastro divino"

La Virgen sale en busca de su hijo, preguntando de casa en casa. Se encuentra con una mujer, que en algunas versiones es Verónica o Magdalena, y esta le confirma que lo ha visto subir hacia el Calvario amarrado con una cadena y llevando sobre los hombros una cruz muy pesada. En algunas versiones, la mujer añade que Jesús le pidió un pañuelo para limpiarse el rostro ensangrentado, ella le prestó su toca y quedó su rostro impreso. María insta a esta mujer a que la acompañe al Calvario aprisa, pues está segura de que cuando lleguen, ya lo habrán crucificado. En algunas versiones, la Virgen se desmaya y san Juan y Magdalena la levantan, acompañándola al Calvario; en otras ocasiones, la ayuda san José, que baja del cielo; o se encuentra con san Juan, que es el que la informa del paradero de Jesús. Cuando llegan al Calvario, le están poniendo la corona de espinas y clavándolo en la cruz. Las tres Marías recogen la sangre en un cáliz. En versiones menos extendidas, la Virgen conversa con Jesús acerca de cómo ha pasado la noche, este le contesta que le han clavado tres espinas. En otras, la Virgen se desmaya al oír el ruido del martillo utilizado para clavar a Cristo en la cruz.

Resumen de "El castillo de la Virgen"

En el cielo hay un hermoso castillo o ermita que Dios construyó para la Virgen. Allí se encuentra María dándole el pecho a Jesús, pero el niño lo rechaza llorando. Ella le pregunta por los motivos de su aflicción y el niño asegura que no sufre por el dolor de los azotes sino porque el infierno está lleno de pecadores mientras que la gloria está vacía. En otras versiones, la Virgen llora y el niño, que está en su regazo, la interroga acerca de las razones de su congoja. Ella niega estar preocupada por los pañales o por la leche, ya que tiene de sobra; está triste por una mujer que ha muerto durante el parto y que era maltratada por su marido. El niño promete bajar a la tierra para salvar a las mujeres parturientas y socorrer a los pobres. En otras versiones, la Virgen llora porque la tierra está llena de pecadores y el niño promete bajar allí para salvar a los hombres. En ocasiones, María se siente apenada por los pobres y el niño Jesús promete que bajará a la tierra para quitarle el dinero a los ricos y entregárselo a los pobres. Existen versiones en las que el niño le pregunta a María si llora por su nacimiento. Esta le asegura que está triste porque sabe que morirá torturado y crucificado.