En la provincia de Barcelona,     un matrimonio vivía,

eran ricos y hacendosos,     y una hija que tenían.

Pero María tenía un novio     llamado Pedro Carreño,

al que de veras quería     porque era un chico muy bueno.

A los padres de María,     Pedro nunca le hizo gracia,

le propusieron la boda     con un sobrino de casa.

María le dijo a sus padres     con mucha pena y dolor:

—Si no me caso con Pedro,     con nadie me caso yo—.

El veinticinco de abril     le prepararon la boda,

y a las seis de la mañana,     ya estaba la gente toda.

María ya había confesado     ........................... [Com. 1]

–Voy un momento al jardín—,     María le dijo a la gente,

asomándose en el pozo     donde ella tuvo su muerte.

Viendo que María se tarda,     todos al jardín bajaron,

y al verla dentro del pozo,     todos quedan asombrados. [Com. 2]

Su novio Pedro Carreño     le ha regalao un ataúd,

con la tapa de cristal,     lo demás, de raso azul.

Los amigos de María     le han regalao una corona

con las flores más bonitas     que criaba Barcelona. [Com. 3]

 

¶

[Com. 1: No. María había confesado no sé qué. Le dijo a no sé quién, dice: “Voy un momento al jardín”.]

[Com. 2: No, pero había otra cosa más. Todos lloraban con pena o no sé.]

[Com. 3: Pero también decía lo de los padres, que decía “y a los padres de María todas las culpas le echaron”.]