Galán que corteja a una mujer casada

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Notas

Agradecemos la valiosa colaboración de Nuria Chica Rodríguez, profesora de la SEP Los Jardinillos de Mancha Real, que nos facilitó el acceso a los informantes.

Bibliografía

IGRH: 0203

Otras versiones de "Galán que corteja a una mujer casada"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3900); Alonso Fernández y Cruz Casado (2003: n.º 20); Atero Burgos (2003: n.º 21); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 112); Benítez Sánchez (1999: p. 286); Benítez Sánchez (2000: p. 279); Checa Beltrán (2005: n.º 8); Díaz (2007: E.17); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 105-107); Foxo (2011: p. 74); Fraile Gil (2013: n.º 44); Heredia Menchero (2017: n.º 1004, 1005); Higueras Martínez y Aguilar González (2000: pp. 156-157); Jaén Castaño (2018: n.º 521, 522); Manzano Alonso (2003: pp. 630-636); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 175); Moreno Moreno (2016: n.º 20); Pérez Rivera (2015: n.º 264-265); Pimentel García (2020: n.º 96); Piñero Ramírez (1996: n.º 22); Piñero Ramírez (2004: n.º 16); Piñero Ramírez (2013: n.º 60); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: pp. 105-106); Romero López (1995: n.º 22); Schubarth y Santamarina (1987: n.º 59); Suárez López (2009: n.º 315); Tejerizo Robles (2007: n.º 397).

Contaminaciones y engarces

Galán que corteja a una mujer casada + La pedigüeña (Asensio García, 2004: pp. 99-100); La madre soltera + Galán que corteja a una mujer casada (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 180).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Blanca soy, Blanca me llamo,     siendo blanca me enturbié.

¿Para qué bebes esa agua     si no se puede beber?

Por muy turbia que la veas,     nunca digas de beber,

que el camino es muy largo     y te puede dar la sed.

Resumen de "Galán que corteja a una mujer casada"

Un individuo acude a misa con su madre. A la salida de la iglesia, se enamora de una muchacha. La sigue hasta su jardín, donde la corteja, pero ella lo rechaza porque está casada. El joven se retira apesadumbrado a un jardín o al campo, donde le declara a un pájaro su mal de amores. Este le aconseja que insista con firmeza, arguyendo que las mujeres suelen ser débiles de voluntad. En algunas versiones, se incluye una secuencia en la que él le escribe una carta de amor, a la que ella responde citándolo en su jardín. Finalmente, el galán consigue lo que quiere y la dama se lamenta de haber sucumbido a sus deseos, pues llamándose Clara ha acabado enturbiándose. La muchacha advierte de que nunca debe decirse: "de este agua no he de beber".