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Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
El informante repite los versos 4 y 45.
Transcripción
El día ocho de setiembre, horroroso de contar,
el crimen que ha sucedío ¡ay, qué crimen tan fatal!
Él vive en la calle el Conde, ella en la calle Mayor,
(y) a deshoras de la noche, que venían del salón,
con la novia y con la amiga vienen de averiguación.
Al llegar a puerta Palma, a una confitería entró,
a pedir un vaso de agua, la señora se lo dio.
Así que se bebió el agua, para fuera se marchó,
con la novia y con la amiga siguen de averiguación.
Al llegar a la calle el Cojo, empezaron a luchar
con la novia y con la amiga, la amiga pudo escapar.
Asín que el criminal vio que solo quedó con ella,
le ha dado tres puñaladas que al suelo ha caído muerta.
Así que el criminal vio que su novia muerta estaba
y en el mismo lado de ella se ha dado tres puñaladas.
De la sangre que derrama es una barbaridad,
más de tres litros de sangre se le podía contar.
Toda la gente que pasaba y nadie la conocía
hasta que ha pasado un hombre y ha dicho: —Es sobrina mía—.
Le pone un parte a la madre, que en Sevilla se encontraba
con unos señores de Écia que sirviéndolos estaba.
—(Y) alevántese usted, Carmen, que se tiene que marchar
que han puesto una conferencia que su Valle grave está—.
Al llegar a la estación de Écia, toa la gente que dicía:
—Esta es la madre la novia—. La madre que to lo oía:
—¿Qué le ha pasado a mi Valle, mi Valle del corazón?
¿qué le ha pasado a mi Valle, contádmelo, por favor—.
Una vecina de enfrente le ha dicho: —Vámonos ya,
que cuando lleguemos a casa de todo te enterarás—.
Y cuando llegó a su casa, al entrar en la habitación
a hincarse de rodillas, con la caja trompezó.
—Esta es la caja mi Valle, mi Valle del corazón,
¿qué le ha pasado a mi Valle, contádmelo, por favor—.
Una vecina de enfrente todo se lo va a contar,
que su novio la ha matado y él también matado está.
—Que lo piquen, que lo maten, lo debían de explicar,
lo que ha hecho con mi Valle nos lo tiene que pagar—.
Ella no estaba conforme que el criminal muerto está
y dice que al cementerio a desengañarse va.
Al llegar al cementerio, se ha trompezao con el juez
y dice que al criminal de su hija quiere ver,
y el juez le ha contestado con muchísima razón:
—Usted se va pa su casa, que de eso me encargo yo—.
Las mocitas que me escuchen, podéis poner atención,
que a deshoras de la noche, que no vengan del salón
porque les puede pasar lo que a esta le pasó.
La poeta de esta copla, la que esta coplilla escribe
se llama Asunción Díaz y en la calle Mayor vive.