Madre, en la puerta hay un niño

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Clasificación

Notas

El informante indica que lo cantaba para pedir el aguinaldo.

Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00025B 73).

No sabemos con seguridad la fecha de la grabación.

Bibliografía

IGRH: 0179

Otras versiones de "Madre, en la puerta hay un niño"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3978); Alonso Fernández y Cruz Casado (2003: n.º 33); Álvarez Cárcamo (2019: 25.20); Atero Burgos (2003: n.º 62); Benítez Sánchez (1999: pp. 215-216); Benítez Sánchez (2000: p. 266); Díaz (2007: A.1.1); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 156-157); Foxo (2011: p. 117); Fraile Gil (2013: n.º  50); Fraile Gil (2016: n.º 294-296); Gil Muñoz (2010: n.º 27, 28); Heredia Menchero (2017: n.º 29, 32); Higueras Martínez y Aguilar González (2001: pp. 157-158); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 189); Moreno Moreno (2016: n.º 88-90); Pimentel García (2020: n.º 245); Piñero Ramírez (1996: n.º 61); Piñero Ramírez (2004: n.º 48); Piñero Ramírez (2013: n.º 108); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: pp. 128-129); Rico Beltrán (2009: n.º 75); Salazar (1999: n.º 146);Schubarth y Santamarina (1986: n.º 57); Tejerizo Robles (2007: n.º 478-481); Trapero (2003: n.º 56); Trujillo Pacheco (2017: n.º 51, 53); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 152); Vázquez León (1993: n.º 16).

Contaminaciones y engarces

El niño Dios pidiendo + Madre, en la puerta hay un niño (Álvarez Cárcamo, 2019: n.º 25.19; Asensio García, 2004: p. 115; Díaz, 2007: A.1.2, A.1.3; Rico Beltrán, 2009: n.º 72); El niño Dios pidiendo + Madre, en la puerta hay un niño + El niño perdido y hallado en el templo (Rico Beltrán, 2009: n.º 73); El niño perdido y hallado en el templo + Madre, en la puerta hay un niño (Schubarth y Santamarina, 1986: n.º 57a1-57a3, 57b2, 57c1- 57c2); Madre, en la puerta hay un niño + El niño Dios pidiendo (Schubarth y Santamarina, 1986: n.º 57b1); Madre, en la puerta hay un niño + El niño Dios pidiendo + El niño perdido y hallado en el templo (CLO, 0884r, Trujillo Pacheco, 2017: n.º 52); Madre, en la puerta hay un niño + El niño perdido y hallado en el templo (Asensio García, 2004: p. 114; CLO, 0424r, 0432r, 0759r, 0806r, 1111r; Gómez Garrido, 2012: n.º 145; Schubarth y Santamarina, 1986: n.º 57b1).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

TRAPERO, M. (1990). Los romances religiosos en la tradición oral de Canarias. Madrid: Nieva.

Transcripción

Madre, a la puerta hay un niño,     más bonito que el sol bello,

y este niño tiene frío,     porque el pobre viene en cueros.

Abridle que pase,     y se calentará,

porque este mundo     ya no hay caridad,

que nunca la hubo     ni nunca la habrá.

Entra el niño y se calienta,     y después de calentado,

le preguntó la patrona:     —¿De qué pueblo y qué reinado?

El niño contesta:     Soy de Belén,

mi madre del cielo,     mi padre también.

Hazle la cama a este niño     y hácesela de colchón,

que este niño quede en casa     como niño de un señor.

Y el niño contesta:     —En el suelo, señora,

que tengo un rey padre     que en el cielo adoran,

y una reina madre     que es nuestra señora.

Resumen de "Madre, en la puerta hay un niño"

El niño Jesús llega a la puerta de una casa. La hija de la dueña le informa a esta de que hay en la calle un niño muy hermoso que tiene frío y deciden acogerlo. Una vez que el niño entra en calor, la patrona le pregunta por su procedencia. Él responde: a) que viene del cielo y que está en el mundo para sufrir, b) que viene de lejanas tierras y que su padre es del cielo y él nació en la tierra, c) que es de Belén y que sus padres son del cielo. En algunas versiones, la patrona le ofrece de cenar y le propone que se quede con ella, pero él rechaza su oferta porque quiere mucho a María. Durante la comida, el niño rompe a llorar porque su madre no podrá comer de preocupación o porque es muy pobre. La mujer le ofrece una buena cama para descansar, pero el niño prefiere dormir en el suelo. A la mañana siguiente, Jesús se despide e informa de que pueden encontrarlo en el templo o en el cielo, que es el lugar donde vive. En algunas versiones, el niño vuelve a la casa al día siguiente con un costal de trigo y una peseta para recompensar la caridad de la patrona.