Los primos romeros

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2218r

Informantes

Recopiladores

Notas

La informante repite los versos impares salvo los dos primeros. En los versos 3, 4, 6 y 8 se repiten los segundos hemistiquios. En los versos 12 y 14 también se repiten los segundos hemistiquios intercalando el estribillo “mamita mía” antes de los mismos (Ej.: “se le ha puesto la cara / mamita mía / como una rosa / mamita mía / como una rosa”). Por otro lado, los versos 2 y 10 presentan repeticiones distintas a los demás versos: en el primer caso, se repite el verso con duplicación del segundo hemistiquio [“(y) a que los case el papa / porque son primos, porque son primos / (y) a que los case el papa / porque son primos, porque son primos”]. En el segundo caso, se añade “mamita mía” antes de repetir el verso con variación (y él le ha dicho que un beso / que ella le ha dao / mamita mía / dice que un beso / que ella le ha dao).

Bibliografía

IGRH: 0142

Otras versiones de "Los primos romeros"

Álvarez Cárcamo (2019: 20.10); Atero Burgos (2003: n.º 119); Benítez Sánchez (2000: pp. 267-269); Cid (1974: n.º 44); Fraile Gil (2013: n.º  58); Fraile Gil (2016: n.º 78-79); Gil Muñoz (2010: n.º 16, 17); Higueras Martínez y Aguilar González (2000: pp. 169-170); Manzano Alonso (2003: pp. 412-418); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 176); Moreno Moreno (2016: n.º 120); Pérez Rivera (2015: n.º 261-263); Pimentel García (2020: n.º 464); Piñero Ramírez (1996: n.º 113); Piñero Ramírez (2004: n.º 76); Piñero Ramírez (2013: n.º 15); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: pp. 101-102); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 95); Rico Beltrán (2009: n.º 91); Schubarth y Santamarina (1987: n.º 66); Tejerizo Robles (2007: n.º 403); Trujillo Pacheco (2017: n.º 66).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

LÓPEZ ESTRADA, F. (1984). El romance de Don Bueso y la canción de La peregrinita en el cancionero folklórico de Antequera. En A. López Bernasocchi y J. M. López de Abiada, De los romances-villancico a la poesía de Claudio Rodríguez: 22 ensayos sobre las literaturas española e hispanoamericana en homenaje a Gustav Siebenmann (pp. 253-263). Madrid: José Esteban.

RODRÍGUEZ BALTANÁS, E. J. (1997). La boda de penalty: El romance de los primos romeros o la resolución poética de un conflicto vulgar. Revista de dialectología y tradiciones populares, 52 (1), 47-64.

ROLDÁN GARCÍA, A. (2017). Cabra en el corazón romancero de García Lorca: "Romance sonámbulo" - "Los pelegrinitos". Arte, arqueología e historia23-24, 19-22.

VALIENTE BARROSO, B. (2015). El Romancero tradicional de Cantabria: el ciclo del tabú del incesto [Tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid.

Transcripción

Hacia Roma caminan     dos peregrinos

(y) a que los case el papa     porque son primos.

Sombrerito de hule     lleva el mozuelo

y la peregrinita     de terciopelo.

Al llegar a palacio     suben arriba

y en la sala del papa     los examinan.

Le ha preguntado el papa     que qué edad tienen,

ella dice que quince     y él diecisiete.

Le ha preguntado el papa     que si han pecao

y él le ha dicho que un beso     que ella le ha dao.

Y la peregrinita     que es vergonzosa

se le ha puesto la cara     como una rosa.

Al pasar por el puente     de la Vitoria

trompezó la madrina,     cayó la novia.

Resumen de "Los primos romeros"

Dos primos peregrinan hacia Roma con el fin de conseguir la dispensa papal para poderse casar o de obtener el perdón de la Iglesia porque han pecado. En algunas versiones, se alojan en una posada y allí se besan, o la peregrina tropieza y se cae cuando se dispone a cruzar un arroyo. Cuando llegan hasta el papa, este les pregunta por el motivo que les ha llevado hasta allí y se interesa por su nombre, edad y procedencia. En ocasiones, el papa les pregunta si han pecado y la peregrina contesta que solo se han dado un beso o que se han dado la mano al cruzar el arroyo. En algunas versiones, el peregrino besa a la muchacha delante del padre santo y este exclama que ojalá pudiera estar en su lugar. En ocasiones, los mozos del palacio o el criado del papa le hacen señas a la muchacha, y ellos se marchan de allí enseguida, o el novio se pone celoso al notar que el papa está tratando de darle la mano a la peregrina. El papa les pone de penitencia que no se den la mano hasta llegar a Valencia. Existen distintos desenlaces: 1) una vez han llegado a su destino, la peregrina da a luz a una niña; 2) las campanas de Roma repican porque los peregrinos se han casado; 3) al llegar a Valencia piden posada, pero los mozos de la venta le hacen señas a la peregrina y el muchacho, celoso, le propone a su prima marcharse allí. Más adelante se alojan en otra venta donde la muchacha da a luz a una niña; 4) la peregrina se cae en un puente y llega a Valencia embarazada; da a luz en una venta.