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Notas
Se repiten todos los segundos hemistiquios, a excepción de los versos 5, 9, 13, 26, 27, 28, 32 y 36.
Se repiten, además, los versos 34 y 35 con sus correspondientes repeticiones de hemistiquio.
Bibliografía
IGRH: 0195
Otras versiones de "Lux aeterna"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Una joven muy guapa llamada Adela
por el querer de un Juan se hallaba enferma.
En el día de su santo le regaló
un corte de vestido de gran valor.
Juan le juraba que la quería
y ella por su Juan que se moría.
—Yo no te quiero a ti, que quiero a otra,
tus ojos lo habrán visto que es más hermosa.
—Si es más hermosa pues que lo sea
pero tiene una falta, que es más nerviosa.
—Madre, ¡qué bella noche, cuántas estrellas!
Ábreme la ventana que quiero verlas.
—No, hija mía, que estás enferma
y el aire de la noche dañarte pueda.
—Madre, cierra la puerta, vente a mi lado,
que tengo que contarte grandes recados.
Ese perro que aúlla detrás la puerta,
dentro de unos minutos yo estaré muerta.
Si vienen mis amigas María y Dolores,
les dices que me pongan ramos de flores.
Si vienen mis amigas María y Pepa,
les dices que me pongan la cruz de perlas
que me regaló Juan de amor en prenda.
Si se presenta Juan después de muerta,
no lo dejes de entrar por esa puerta—.
Juan se decía y preguntaba:
—¿Quién se ha muerto esta noche
que las campanas están dislocadas?—.
Le contestó Dolores con sentimiento.
A las cuatro la tarde pasó el entierro,
Juan que estaba en la puerta se metió dentro,
cogió un retrato y la besó,
se hincó de rodillas, pidió perdón.
Detrás del cementerio, se sintió un tiro
y en el tiro decía: —Me voy contigo,
adiós María, adiós Dolores,
yo me voy con Adela de mis amores.