Los quintos nos reunimos

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2320c

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Notas

Debido a problemas técnicos, algunos versos no han quedado registrados en el archivo sonoro.

Este tipo de composiciones son recitadas por los quintos durante las fiestas de san Antón Abad celebradas en San Cebrián de Campos (Palencia). Los recitadores, ataviados con un traje tradicional, declaman montados en una mula.

Nota de María Victoria Weber-Antón:

El 31 de diciembre de 2001 queda suspendido en España el servicio militar obligatorio. Se creará un ejército profesional. La mayoría de los reclutas del año 2001 no tendrá que cumplir el servicio militar, ya que el 31 de diciembre todos los soldados deberían estar ya licenciados.

Por ello, ninguno de los quintos de 2001 de San Cebrián de Campos se incorporará a filas. Sin embargo, sí se celebra la quintada, manteniéndose así, y hasta la actualidad, la fiesta de Quintos y la tradición de recitar las cuartetas en la festividad de San Antón.

Bibliografía

Algunas de estas recitaciones de quintos de San Cebrián de Campos aparecen recogidas en: Weber-Antón, María Victoria (2017). Un siglo de poesía pinchorrera. Cuartetas de quintos (1912-2012). Palencia: Institución Tello Téllez de Meneses.

Transcripción

Los quintos nos reunimos
subidos a caballo
pa seguir la tradición
y saludar a nuestro santo.
 
Yo soy David,
nieto de Teyo,
el segundo de la Trini
por orden de nacimiento.
 
Empecé estudiando,
como todos, en Monzón
y luego en Don Orione
pa seguir mi formación.
 
Yo continué,
mientras muchos lo dejaban,
cuatro años en Palencia
y ahora en Salamanca.
 
Y es que mucho dura
la vida de estudiante,
casi cuando termines,
es hora de jubilarte.
 
Al cumplir los dieciocho
toca hacer la quintada,
no porque vayamos a la mili,
sino solo para disfrutarla.
 
Los nacidos en el 82
somos la última promoción,
gracias al ejército profesional
con el que cuenta esta nación.
 
Cuando la única diferencia
que tienen con el anterior
es que para cobrar [...]
 
[...] –tar,
 
y al él le dio lo mismo
que fuera nuclear.
 
Un día se levantó
con ganas de indultar
y los presos se fueron a casa
a celebrar la Navidad.
 
A nuestro país llegó
el mal de las vacas locas
y el gobierno actuó
como si fuera solo una broma.
 
Ganaron la Copa Davis
y el mundial de fútbol sala,
pero hicieron el ridículo
los que fueron a la olimpiada.
 
La democracia funciona,
dicen los políticos,
pero a Norteamérica sin presidente
un mes la tuvimos.
 
Primero que fraude,
luego, papeletas mariposa
y todo el mundo hasta los huevos
de verles hacer el gilipollas.
 
Y hablando de otra cosa,
hay que mencionar
que ya lleva un año
el cura en San Cebrián.
 
Se fue don Francisco,
nos trajeron uno nuevo,
veremos cuánto aguanta
a las vecinas del pueblo.
 
El día de los Santos Inocentes,
por un programa en la radio,
más de uno se creyó
que ya habíamos cambiado.
 
Por la veces que he ido a misa
y por lo que me han contado,
los sermones que suelta
son demasiado largos.
 
Y hablando de la iglesia
y del clero en general,
se ha restaurado el retablo
pa que brille en el altar.
 
Y no solo en el retablo
se han invertido millones,
pues la travesía del pueblo
se ha arreglado de cojones.
 
Empezaron con las farolas
y siguieron por las aceras
y han señalizado un paso
que será pa las ovejas.
 
Otras obras que ha hecho
el ayuntamiento de San Cebrián
es cerrar el frontón
para que se pueda jugar.
 
Levantaron una grada,
por si iban espectadores,
también habría venido bien
una fuente pa los jugadores.
 
Esquinas hay muchas,
pero una muy especial
que los conductores se empeñan
en intentar derribar.
 
Si, ya de por sí,
hay poco espacio para pasar,
si aparcáis alrededor,
es inevitable chocar.
 
Aunque la mayoría ya lo sabéis,
no se me puede olvidar
decir que una de mis quintas
es ahora dueña de un bar.
 
Allí suele ser fiesta
todos los fines de semana
y, aunque tenga que madrugar,
siempre está detrás de la barra.
 
Por si había pocas fiesta,
la autoescuela Ignacio
nos trajo una orquesta
para bailar un rato
 
El grupo de teatro
volvió a funcionar
y cinco jóvenes hicieron
una obra teatral.
 
El Florido Pensil
recorrió todos los pueblos
y consiguió mucho éxito
recordando viejos tiempos.
 
Pero del dinero que se sacó
todos quisieron chupar,
a ver en la siguiente obra
a quién le toca actuar.
 
Y no solo los mayores
hicieron teatro,
pues los más pequeños
también lo intentaron.
 
Tras mucho tiempo, vinieron
a San Cebrián los Reyes Magos
y lo niños se divirtieron
abriendo sus regalos.
 
Viejas tradiciones
se repiten año tras año,
pero hay algunas
que se están olvidando.
 
Este año en la enramada
han pasado cosas raras,
unas sin querer y otras
porque nos dio la gana.
 
A la mañana siguiente
alguna se levantó enfadada,
¿qué ha pasado en mi casa
que no hay ninguna rama?
 
No se pinchó el tractor,
tampoco se acabó el remolque,
pero ya os avisamos
que no era fiesta esa noche.
 
Tal vez ir a cortar ramas
para cortejar a las mozas
en este siglo XXI
esté pasado de moda.
 
El tema se había olvidado
sin que pasara nada más,
pero hay gente que no tiene
otra cosa de qué hablar.
 
En general todo fue bien
y mucho nos divertimos
pasando los últimos días
que quedaban de siglo.
 
La pasada Nochevieja
fue muy accidentada
y en los servicios de los bares
no quedó en pie casi nada.
 
Con uno de los quintos
un buen susto nos llevamos,
por un problema en los ojos
de la espuma que le echaron.
 
Aunque hubo más incidentes,
no les voy a comentar,
pues estaría toda la tarde
y mis compañero quieren hablar.
 
Los quintos os invitamos
a todos a colaborar,
aunque si hay alguien que no quiere,
no le vamos a obligar.
 
Del patrón de los animales
me despido hasta otro año,
en que vendré a las cuartetas,
aunque no sobre un caballo.
 
Y, ya para terminar,
como siempre, pedir perdón,
invitar a todos al baile
y que continúe la tradición.
 
¡Viva san Antón Abad!