Hija defensora de su honra

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2321r

Recopiladores

Bibliografía

IGRH: 5057

Otras versiones de "Hija defensora de su honra"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3892); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 42); Atero Burgos (2003: n.º 234); Benítez Sánchez (1999: p. 301); Díaz (2007: F.40); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 69-75); Hernández Fernández (2010: n.º 71); Moreno Moreno (2016: n.º 180); Pimentel García (2020: n.º 716); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: p. 149); Trapero (2003: n.º 86); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 188).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

En el Clarín,     señores, se cometió     

un crimen fatal y horrible,     pero fue por defender su honor.

—Hija del alma, un caballero     enamorado de ti está,

un caballero muy rico     que cien duros por tu honor me da—.

Pero la hija     a punto le contestó:

—Quiero ser pobre y con honra,     que no rica sin tener honor.

—Caballero, cuando guste,     a mi casa puede usted venir,

que si mi hija no se entrega,     en sus brazos tendrá que morir—.

Pero la joven     preparada estaba ya

con un puñal de dos filos     pa su honra sacar en libertad.

—Hija del alma, no seas tonta     y entrégate a él

que te da mucho dinero     y eso nadie lo puede saber—.

Pero la hija,     más hermosa que la hora del sol,

a su madre cruel sin tardanza     diecisiete puñalás le dio.

El caballero, al ver esto,     derechito a la puerta salió,

y la joven cogiendo la llave,     cogiendo la llave la puerta cerró.

—No me mates, hermosa joven,     y no tengas tan mal corazón;

mira que tengo tres hijos,     ignorantes de todo esto son.

—Yo no perdono     al que tanto me aucasó,

y tú que lo prometite     y mi madre que lo consintió—.

Dos puñaladas     le metió sin vacilar

lo dejó muerto en el suelo     derechita al cabildo se va.

—Mi señor juez,     usted, como juez severo,

deberá de comprender que la honra     no es pagada con ningún dinero—.

Y hasta el mismo juez lloraba     por el hablar de aquella blanca flor

que había matado a la madre     por ser pura y no manchar su honor.

Y una carta dejó escrita     que a cualquiera causaba dolor:

“Adiós, madre ingrata, decía,     tú has sido la culpa de mi perdición”.

Resumen de "Hija defensora de su honra"

Una madre vende la honra de su hija a un individuo adinerado. La madre informa a su hija de que esa noche deberá entregarse a él. La muchacha se niega, pero su madre la amenaza de muerte. Cuando la madre entra con el individuo, la joven, que se ha armado con un puñal, la mata. Luego, cierra la puerta con llave y también asesina al pretendiente, haciendo oídos sordos de sus súplicas. La muchacha relata al juez lo ocurrido. Este llora ante la injusta situación. Dentro del calabozo, la joven se suicida.