Niño asesinado para cobrar la lotería

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Referencia catalográfica: 2322r

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Transcripción

La capital de Alicante     bien presente la tendremos

de un crimen que ha sucedido     con un niño hermoso y bueno.

Habitaba una señora     viuda y solo tenía

un niño de siete años     que era toda su alegría.

Esta mujer tos los días,     cuando se va a trabajar,

le entrega una peseta     para que él compre el pan,

y el niño, con buena idea     y muy buenos pensamientos,

en vez de comprarse el bollo     él se guardaba el dinero.

La madre era inocente     y de nada era enterada,

todos los días para irse     la peseta le entregaba.

Ya pasaron varios días     quince pesetas juntó

en las manos de aquel niño     de noble y buena intención.

Este niño tan pequeño     no dejaba de pensar

en qué gastar el dinero     que le diera utilidad,

este niño tan pequeño     su memoria recordó

a comprarlo en lotería     marchó a una administración.

Y cuando el niño entró     donde comprar el billete

le pregunta una señora:     —Dime, niño, lo que quieres.

—Señora, me hará el favor     de venderme usted un billete

que me da el corazón     que me va a tocar la suerte—.

La señora le pregunta,     como lo vio tan pequeño:

—Dime, niño, de quién eres     y quién te ha dado el dinero.

—A mí no me lo ha dao nadie     ni tampoco lo robé,

yo me lo he ido guardando,     se lo voy a contar a usted.

Mi madre todos los días,     cuando se va a trabajar,

me entrega una peseta     para que yo compre pan,

y yo con buenas ideas     vengo a comprar lotería

para recoger a mi madre,     que pase mejor la vida.

La señora al sentirlo,     le dan ganas de llorar

y cortándole un billete     al niño se lo fue a dar.

—Señora no quiero ese     dame usted aquel de enfrente,

que me da el corazón     que aquel es el de la suerte—.

Le dio la señora al niño     el número que pidió

por ver la gracia que tiene     el décimo señaló.

Y cogiendo la señora     otro número igual,

lo ha guardado para ella     y le ha hecho igual señal.

Muy contento el pequeño     a una obra se marchó,

y se lo contó al maestro     y esa fue su perdición.

Muy contento el maestro     al pequeño le decía:

—Dámelo que te lo guarde     el décimo lotería—.

Como era tan pequeño,     al maestro se lo dio

y a los cuatro o cinco días     le tocó el premio mayor.

Cuando se enteró el maestro     la cantidad que tenía

despachó a los obreros     cuando llegó el mediodía.

Y el pequeño que compró     el décimo lotería

mientras todos se marchaban,     aquel niño entretenía.

Cuando todos se marcharon     y ellos dos solos quedaron,

selo ha llevado al corral     agarrado de la mano

con sentimiento de fiera,     ha sacao un largo cuchillo,

por cobrar la cantidad,     ha dado muerte a este niño.

Ya que ejecutó este crimen     este hombre criminal,

para que no sepan nada     lo ha enterrado en el corral

y ya que ocultó este crimen     que a ustedes hemos contado

marchó a la arministración     y el décimo fue a cobrarlo.

Cuando la señora vio     el décimo señalado,

le preguntó al maestro     que dónde lo había comprado,

conociendo la señal     que la señora le hizo

entonces a aquel señor     le preguntó por el niño.

—Señora, yo no sé nada     de ese niño que me habla,

yo pagaré este billete     cuando el niño venga a casa—.

Dirigiéndose al marido,     le cuenta lo que le pasa.

Dando parte a la justicia,     por el niño preguntaban,

y ya que se vio apellado     y el crimen descubierto.

—Ese niño que preguntan     en la obra lo he enterrado,

con la ilusión de cobrar     la cantidad de dinero,

lo he enterrado en el corral     a ese niño indefenso.

Aquí me tenéis presente     para pagar mi castigo,

yo pagaré con mi vida     que ese es mi merecido—.

La capital de Alicante     toda se siente a una voz,

que pagaran con lo mismo     ese hombre sin corazón.

Todo el que quiera enterarse     una plana pue comprar,

que por culpa del dinero     cuantas cosas pasarán.

Resumen de "Niño asesinado para cobrar la lotería"

Una madre viuda le da dinero a su hijo todos los días para que compre el pan. El chiquillo decide ahorrar para adquirir un billete de lotería y así sacar a su madre de la miseria. Cuando reúne la cantidad necesaria, se acerca a una amonestación y le cuenta a la lotera sus propósitos. Como el chiquillo está tan seguro de cuál va a ser el número agraciado, la vendedora le hace una señal al décimo del niño y reserva otro para ella. El chico se acerca a una obra y le cuenta al maestro albañil lo sucedido. Este lo convence para que le entregue el décimo con el pretexto de guardárselo hasta el día del sorteo. El boleto resulta agraciado y el maestro albañil asesina al niño y lo entierra en el corral. Acto seguido, se dirige a la administración para cobrar el premio. La lotera reconoce la señal del décimo y da parte a la autoridad. El asesino confiesa el crimen. La voz popular clama la pena de muerte para el criminal.