¡Oh, glorioso san Antón!

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2324c

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Notas

Este tipo de composiciones son recitadas por los quintos durante las fiestas de san Antón Abad celebradas en San Cebrián de Campos (Palencia). Los recitadores, ataviados con un traje tradicional, declaman montados en una mula.

Nota de María Victoria Weber-Antón:

El 31 de diciembre de 2001 queda suspendido en España el servicio militar obligatorio. Se creará un ejército profesional. La mayoría de los reclutas del año 2001 no tendrá que cumplir el servicio militar, ya que el 31 de diciembre todos los soldados deberían estar ya licenciados.

Por ello, ninguno de los quintos de 2001 de San Cebrián de Campos se incorporará a filas. Sin embargo, sí se celebra la quintada, manteniéndose así, y hasta la actualidad, la fiesta de Quintos y la tradición de recitar las cuartetas en la festividad de San Antón.

Bibliografía

Versión publicada en Weber-Antón (2017: 263-266).

Transcripción

¡Oh, glorioso san Antón!,
hoy, 17 de enero,
esta moza pinchorrera
se quita su sombrero.
 
En esta tarde de invierno
veneramos a san Antón,
como desde hace muchos años;
es una tradición.
 
Como ustedes ya sabrán,
Lore me suelen llamar,
hija de Chus y la Sita
ambos de San Cebrián.
 
Mis mejores recuerdos
de la infancia son,
las lecciones de abecedario
que doña Piedad nos enseñó.
 
Marché a Monzón,
tras párvulos estudiar,
estudié con Nevares,
lo pude superar.
 
De ahí a la Tejera
en busca de emociones
y lo único que encontré
fue suspensos con cojones.
 
Tres años de mi vida
en el instituto yo perdí
y a los 16 años
me tuve que ir de allí.
 
Con la Mari y con Migue
fue como empecé,
en la Tasca Pinchorrera
me puse a dar café.
 
De un día para otro
le querían traspasar,
me pensé lo del traspaso
y decidí coger el bar.
 
Si alguno me quiere encontrar,
ya sabe dónde me tiene que buscar,
le pondré una tapa
y algo para tomar.
 
Si quieren ver boxeo,
no hace falta ir a un ring,
cualquier bar de este pueblo
de ello les puede servir.
 
Así que el 28 de julio,
si se ponen a recordar,
había fiesta en el pueblo
y me la tuvieron que fastidiar.
 
Primero hubo voces,
luego fueron tortazos
y lo que remató la fiesta,
fue un buen botellazo.
 
Pero esto no queda aquí,
ha durado todo el verano
y movida tras movida,
a alguno le ha tocado.
 
Y es que esto, señores,
es una lotería,
al que le toca es porque juega
o porque la busca todo el día.
 
Cambiando ya de tema,
con el alcalde voy a pasar,
que sigue siendo Pedro
porque le han vuelto a votar.
 
A usted, señor Pedro,
le quiero resaltar,
me tiene hasta las narices
con tanta Navidad.
 
Comenzando con las obras
de esta localidad,
empezamos con el agua;
es la mayor dificultad.
 
Con esto del pozo nuevo,
en esto de meter el agua,
¿no nos quedarán las calles
como el río Nicaragua?
 
Seguimos con las obras
continuando con el frontón,
al que han hecho unas gradas
y puesto un buen portón.
 
En el paseo de Extramuros
han hecho unas reformas,
han arreglado las aceras
y puesto nuevas farolas.
 
Yo vivo en las eras bajas,
según me han contado,
y sigo andando por un camino
sin aún estar asfaltado.
 
Ya se lo digo, Pedro,
cuál es la primer obra del año,
seguro que llega el 2004
y se lo tiene que recordar mi hermano.
 
La carretera de Ribas
quince días sin circular,
la arreglaron entera
hasta llegar a la general.
 
He oído quejas,
aunque creo que es normal,
la han dejado muy estrecha
y no se puede adelantar.
 
En el bar un comentario
del señor cura escuché:
las críticas del año pasado
no le habían sentado bien.
 
¿Por qué no al señor cura
vamos a criticar?
Ya le habrán dicho, Jesús,
es con buena voluntad.
 
A su coche, ¿qué le pasa,
que no se le puede manchar?,
y cuando da misa en la ermita,
le tienen que llevar.
 
Pasemos a otro tema,
no se me vaya a molestar,
no quiero tener problemas
cuando me vaya a confesar.
 
A la iglesia no voy mucho,
pues frío no quiero pasar,
no sé cuándo Jesús
se nos va a modernizar.
 
Vamos con un tema
que interesa a mozas en general,
son los mozos pinchorreros
que no están nada mal.
 
Algunos de los chicos
de esta localidad
están con el teatro
que no paran de actuar.
 
Han recorrido la provincia
con el Florido pensil.
¿Cuál será la siguiente obra
con la que tanto hagan reír?
 
Con la ayuda del pueblo
la radio se ha podido realizar;
están todos contentos,
a todos hizo disfrutar.
 
Y de estos quintos míos
y la enramada, ¿qué voy a decir?,
si yo al día siguiente
de casa no podía salir.
 
Esto de las rosas
se ha convertido en tradición,
a todas las quintas
nos llena de emoción.
 
Aunque hubo alguna moza
que no estaba en la cama;
estos quintos se molestaron
y no olieron una rama.
 
En la tele y en la radio,
en las revistas y diarios
solo se puede leer
que ha habido otro atentado.
 
Pues de unos meses hasta aquí
no les podría yo contar
con los dedos de las manos
a los que han podido matar.
 
A estos numerosos cabrones
y, perdonen la expresión,
les ataba de los cojones
y les colgaba del balcón.
 
Este año en las fiestas
nos dio una buena procesión:
cuatro cirios y un pollo
animaron la población.
 
También fue un toro
el que por la noche salió,
la peña del Pelu y Chuma
la juventud dio animación.
 
En la noche de Nochevieja,
es lo último que voy a contar,
como la mayoría ya sabe,
me jodieron el lavabo del bar.
 
Con tanta merluza fresca,
¿qué se puede esperar?,
a esas horas de la mañana
consejos pocos en San Cebrián.
 
En las noticias de última hora
tenemos que destacar
el intento de robo al Zurdo
a las puertas de mi bar.
 
Para un día que cierro pronto,
no era de imaginar,
aunque les tengo que dar las gracias,
pues no llegaron a entrar al bar.
 
Al panadero, el señorito
le llama su amigo Miguel,
se van de fiesta a Palencia
y se olvidan en volver.
 
Pacheco esperando en la puerta,
pues pan había que hacer,
pero Pepín no se acordaba
que un obrero tenía que atender.
 
Con esto me despido,
no les quiero aburrir,
espero que esta tarde
se hayan podido divertir.
 
Si a alguien he faltado,
no era esa mi intención;
ya que soy la última,
doy gracias por su atención.
 
Adiós, san Antón bendito,
adiós, san Antón Abad,
les espero esta noche
con mis quintos a bailar.
 
¡Viva san Antón Abad!