Soldado en Ceuta / Melilla

Audio

Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2332r

Recopiladores

Notas

Se repite la última parte de los segundos hemistiquios en todos los versos (Ej.: “Ya viene el barco de la amargura, / ya viene el barco, ya viene ya, / ya viene ya”), a excepción de los versos 3, 7 y 13.

Bibliografía

IGRH: 0000

Otras versiones de "Soldado en Ceuta / Melilla"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 3); Atero Burgos (2003: n.º 146); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 110); Checa Beltrán (2005: n.º 28); Foxo (2011: p. 59); Heredia Menchero (2017: n.º 1028); Manzano Alonso (2003: pp. 652-654); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 181); Moreno Moreno (2016: n.º 134, 135); Pimentel García (2020: n.º 510); Rico Beltrán (2009: n.º 87); Trapero (2000a: n.º 158); Trapero (2003: n.º 91); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 163).

Contaminaciones y engarces

Manolo mío + Soldado en Ceuta / Melilla (CLO, 1251r).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Ya viene el barco de la amargura,     ya viene el barco, ya viene ya,

ya viene el barco de la amargura     para llevarnos a pelear.

—Vete, soldado, vete tranquilo,     vete a la guerra a pelear,

que soy tu Amelia, la que te quiere     y no te olvida nunca jamás—.

A los dos años de estar en Ceuta,     una gran carta él recibió.

Era de Amelia, la que él quería     y le decía que se casó.

Aquel soldado al estar tranquilo     se cayó al suelo sin compasión.

—Adiós, Amelia, me has engañao     y te has burlao de mi dolor—.

Una morita que lo está oyendo     a aquel soldado sin compasión.

—Ay, soldadito, si tú me quieres,     nos marcharemos juntos los dos—.

Y a los dos años de estar casada     una gran carta él recibió.

Era de Amelia, la que él quería,     que le decía que enviudó.

—Tú viudita, yo bien casado,     con mi morita juntos los dos,

me voy al moro, me llevo a mi mora,     la que mis penas me consoló.

Resumen de "Soldado en Ceuta / Melilla"

Un soldado es enviado a la guerra de Marruecos, por lo que se ve obligado a separarse de su novia. Ella le promete fidelidad. Después de un tiempo, el muchacho recibe una carta de su amada en la que le comunica que se va a casar con otro hombre. El soldado cree morir de dolor. Lo consuela una mora, que se convierte en su novia. Después de un tiempo, recibe otra carta de su antigua novia en la que le hace saber que ha quedado viuda y le propone que retomen la relación. Él rechaza su proposición porque está enamorado de la mora. En algunas versiones, le informa de que se ha casado con la mora y le comunica que pronto se trasladarán a España para vivir su amor.