El padre ambicioso

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2407r

Informantes

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Notas

Se repite cada hemistiquio de todos los versos. Tras el verso 62, la informante repite el primer hemistiquio.

Bibliografía

IGRH: 5059

Otras versiones de "El padre ambicioso"

Alguacil González (2012: pp. 74-75); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 11); Atero Burgos (2003: n.º 163); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1995: n.º 34); Ferrer-Sanjuán (1993: n.º 36); Manzano Alonso (2003: pp. 723-724); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 208); Moreno Moreno (2016: n.º 143); Pimentel García (2020: n.º 549); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: p. 140-141); Trapero (2000a: n.º 191).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Un hombre que trabajaba     en el muelle de Sevilla

tenía una hija guapa,     que era las mil maravillas.

Y un día que fue a llevarle     a su padre la comida,

se enamora un caballero     de bonita que ella iba.

—¿Esta es su hija, Francisco?—     le dice en estas palabras.

—Es mi hija, don José.     —Tiene usted una hija guapa.

De buena gana, Francisco,     con su hija me casaba

y a usted y a su hermosa hija     no le faltaría de nada.

—Tiene novio, don José,     y lo tiene en el servicio,

honrado y trabajador     y se quieren con delirio.

—Usted le dice a su hija     qué es lo que tiene que hacer,

que es casarse con un hombre     que tenga para comer.

—Quede con Dios, caballero,     a mi hija se lo diré

y con lo que ella me diga     la contestación traeré.

—Sabrás, hija mía, Isabel,     la dicha que traigo a casa,

que te ha salido una suerte     y debes de aprovecharla.

¿Tú viste aquel caballero     que conmigo platicaba?

Quiere casarse contigo     y serás afortunada.

—¿Cómo olvido yo a Manuel,     un hombre que tanto quiero?

Sería una miserable     olvidar por el dinero.

—No tienes que ver con nadie,     haces lo que mando yo.

Yo vengo buscando el bien     que sea para los dos.

—Si mi madre me viviera,     así yo no me vería,

me casaría a mi gusto     y nadie me obligaría.

—No tienes que ver con nadie,     haces lo que mando yo,

y al no hacer lo que mando,     la vida te quitaré.

Donde no nos vea nadie,     tu cuerpo lo enterraré.

—Cálmese usted un poco, padre,     y no me mates por Dios,

que estoy por obedecerle     todo lo que usted mandó—.

Viendo que el caso iba serio     y la hora se acercaba

coge el tintero y la pluma,     de pronto escribe una carta:

“Sabrás, amigo Manuel,     al recibir esta carta

y así que tú la repases     lee las breves palabras.

Quiere casarme mi padre     con un rico millonario,

ven a salvarme si puedes,     si te encuentras licenciado.

En breve quiere casarme,     ¡qué desgraciada seré!,

ven a salvarme si puedes     y no lo olvides, Manuel.”

Llega la hora y la visten     y a la iglesia la llevaron,

zapatos que no había otros,     vestido en oro bordado.

Estando la boda en la iglesia,     Manuel que al pueblo llegó,

se encontró con un amigo     y el asunto le contó.

Tira Manuel pa la iglesia,     con la boda se encontró,

cuando lo vio la Isabel,     al cuello se le abrazó.

—Ya se me abrieron las puertas     del cielo y de la tierra,

ya tengo aquí mi cariño,     ya tengo quién me defienda.

—Si alguien tiene qué decir,     porque mi dama me llevo,

salga pronto por la calle     y nos las entenderemos.

Nadie repica palabra,     me la llevo porque es mía.

Si alguien tiene qué decir,     con él me juego la vía—.

La ha cogido de la mano,     a su casa se la llevó,

como si fuera una hija,     su padre la recibió.

Al otro día siguiente     el juzgado la llamó.

—Quiere casarme mi padre     con un tal que no amo yo—.

Y en aquel mismo momento,     él multado se quedó:

cincuenta duros de multa     y seis años de prisión.

Cuando se tranquilizaron     los dos vivieron felices

y don José Villalumbre     se arrascaba las narices.

Resumen de "El padre ambicioso"

Una muchacha mantiene una relación formal con un joven honrado. Cierto día, ella acude al muelle para llevarle comida a su padre, que trabaja allí como obrero. Un caballero rico se prenda de ella y la pide en matrimonio a su padre. En un principio, el padre le explica al señor que la muchacha tiene novio y que este se encuentra en el servicio militar. Finalmente, el rico convence al padre, que obliga a su hija a casarse contra su voluntad, amenazándola de muerte. La chica escribe una carta a su novio donde le informa del caso. El muchacho aparece el día de la boda y ambos escapan.