Aprensiones de Joaquina

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2415r

Informantes

Recopiladores

Notas

Tras el verso cuarto, la informante repite el primer hemistiquio del tercer verso.

Bibliografía

Otras versiones de "Aprensiones de Joaquina"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 69); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1995: n.º 80); Moreno Moreno (2016: n.º 207); Pimentel García (2020: n.º 657); Tejerizo Robles (2007: n.º 464); Trujillo Pacheco (2017: n.º 74).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Virgen Sagrada de Arena     y su divina patrona,

Dios nos libre, madre mía,     de un perro que mal de rabia.

—¿Quieres que llame al doctor?—     la madre le dijo un día.

—¿Pa qué, si ya estoy curada     de la herida, madre mía?

—Déjame, por Dios, Joaquina,     que yo te ate las manos.

—Déjame, madre querida,     si mordiendo alivio hallo—.

A esto que llegó el doctor:     —¡Qué lástima de doncella!

Hay que darle una sangría     para que se quede en ella—.

Ya la ha pinchado el doctor     en la muñeca derecha.

Miró al novio y dio un suspiro,     cayó al suelo la doncella.

—Ya muero, padre querido,     ya muero, madre adorada—.

Miró al novio y dio un suspiro     y a Dios le entregó su alma.

Y en lo alto la ataúd     una corona llevaba

regalada por su novio,     el que tanto la estimaba.

Resumen de "Aprensiones de Joaquina"

Joaquina sufre las mordeduras de un perro mientras lava en el río. Aunque su madre le cura la herida, la joven tiene la sospecha de haber contraído la rabia. Llaman al médico, que asegura que Joaquina solo tiene un poco de aprensión. El estado de salud de la muchacha empeora. Cierto día, le confiesa a su novio que ya no podrán casarse porque va a morir. Finalmente, muere. El novio compra el ataúd.