Carta de un soldado a su madre

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Referencia catalográfica: 2440r

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Bibliografía

Otras versiones de "Carta de un soldado a su madre"

Benítez Sánchez (2000: p. 291); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1995: n.º 21), Pimentel García (2020: n.º 493).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

—Cuándo podré yo escribirle     a mi pobre madre mía

dándole el último adiós     y un beso de despedía,

que me encuentro en mal estado     y no tengo quién me escriba—.

Una enfermera que oyó     a ese soldadito,

se acercó a la cama     con una pluma y un papelito.

—Si quieres que te escriba,     venga ahora mismo,

lo que tú a mí me digas     yo aquí te escribo. 

—Ponle: “Madre querida,     qué rato te espera

dentro de unos días     cuando tú esta leas.

La muerte al momento     me quiere llevar,

me encuentro muy grave     en el hospital.

En el último combate     que tuvimos con los rojos,

al mando de un capitán     luchábamos como locos,

pero una bala traidora     me hizo una terrible herida

la que me causó la muerte.     Queda con Dios, madre mía,

cuando tú esta carta leas,     tu hijo perdió la vida.

Ten, madrecita, consuelo,     si muero en tierra lejana

fue por salvar la bandera     y un grito de: ¡Viva, España!

Asesinados se ven     por la canalla rojeña.

por eso, madre,     tener memoria,

que al pie del enemigo     muere tu hijo lleno de gloria.

Dile a mis hermanitos     que rueguen por ti,

que por Dios se lo pido,     lo hagan así”.

—Querido hijo, anoche soñé     que te habías muerto

y hoy tengo carta     tuya otra vez.

Cuándo querrá Dios del cielo     que esta guerra se acabe

y que vengan sus hijos     a ver a sus madres.

Resumen de "Carta de un soldado a su madre"

Un miliciano de la guerra de África se encuentra herido de gravedad en un hospital. Allí se lamenta de la imposibilidad de escribir a su madre. Una enfermera escucha sus quejas y redacta la carta. En ella, el soldado cuenta que ha sido herido mientras luchaba heroicamente contra los moros. Se lamenta de no poderse despedir de ella y le confiesa que, cuando la carta llegue a sus manos, él ya habrá muerto. En España, la madre sueña que el hijo ha muerto en combate. Después de esto, recibe la carta y se lamenta de lo sucedido.