Santa Irene o Santa Elena

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Notas

Se repiten los versos pares.

Bibliografía

IGRH: 0173

Otras versiones de "Santa Irene o santa Elena"

Álvarez Cárcamo (2019: 26.2, 26.3); Atero Burgos (2003: n.º 16); Benítez Sánchez (2000: pp. 247-248); Díaz (2007: C.3, C.4); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: p. 192); Fraile Gil (2010: n.º 159-160); Fraile Gil (2013: n.º 52); Fraile Gil (2016: n.º 302); Hernández Fernández (2010: n.º 13); Manzano Alonso (2003: pp. 277-279); Martínez Ruiz (1956: n.º 3); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 100); Moreno Moreno (2016: n.º 19); Pimentel García (2020: n.º 116); Piñero Ramírez (1996: n.º 17); Piñero Ramírez (2004: n.º 13); Piñero Ramírez (2013: n.º 17); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: p. 90); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 73); Rico Beltrán (2009: n.º 16); Schubarth y Santamarina (1987: n.º 18); Tejerizo Robles (2007: n.º 391); Trapero (1985: n.º 11-12 «Apéndice»); Trapero (2000a: n.º 59, 60); Trapero (2000b: n.º 72); Trapero (2003: n.º 37); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 74, 75); Trujillo Pacheco (2017: n.º 60); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 53).

Contaminaciones y engarces

Santa Irene o santa Elena + Albaniña (Rico Beltrán, 2009: n.º 17).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

PÉREZ VIDAL, J. (1984). "Santa Irene (contribución al estudio de un romance tradicional)". Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 4, 518-569.

Transcripción

Estando mis niñas     bordando corbates,

agujas de oro,     dedales de plata,

pasó un caballero     pidiendo posada:

—Si mi madre quiere,     yo de buena gana—.

Se lo dijo a su madre,     le dijo que sí.

—Entre, caballero,     y siéntese aquí—.

Quitaron la mesa     y pusieron la cama,

sábanas de hilo,     cubiertos de plata.

Resumen de "Santa Irene o Santa Elena"

Un individuo se hospeda en casa de una familia. Se enamora de una de las hijas, pero los padres se la niegan porque va a ingresar en un convento. La rapta con ayuda de una criada, la lleva al bosque y la asesina por no acceder a sus deseos. De su cuerpo inerte se forma una ermita. Pasado el tiempo, el asesino vuelve y pregunta a unos pastores de quién es aquella ermita. Ellos le responden que de santa Elena. Entra en ella para pedirle perdón a la santa, pero esta le ordena que se acerque al altar, donde, por castigo divino, acaba convertido en candelero. En la versión infantil de este romance, unas niñas se encuentran bordando corbatas, cuando un caballero les pide posada. Los padres de las niñas acceden y el caballero se hospeda en casa. A media noche, se levanta y rapta a Elena. Cuando llega al monte, la mata y la entierra debajo de una planta. Al tiempo, el caballero vuelve al lugar del crimen, pisa la planta y se persona Elena. El asesino le pide perdón, ella se lo concede, pero le suplica que no la pise. En otras ocasiones, el caballero la entierra y, cuando vuelve, encuentra en su lugar un rosal al que pide disculpas.