Madres que tengáis hijas

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2458r

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Bibliografía

Otras versiones de "Madres que tengáis hijas"

Atero Burgos (2003: n.º 161); Pimentel García (2020: n.º 799).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Las madres que tengáis hijas     que estén empezando a querer

no quitarles los caprichos     por lo que pueda suceder.

Esta madre castigaba     a su hija severamente,

que olvidara pronto a aquel hombre     que quería constantemente.

Estando un día en la puerta,     al poco rato salió

con los ojos de haber llorado     en seguida le preguntó,

y le dice: —Mira, joven,     a mi casa no has de ir

porque no tengo una hija     para hacerla tanto sufrir—.

El joven, desesperado,     a su casa se marchó,

ha cogido una pistola     y en su cintura colgó.

Con un paso muy valiente,     en casa la novia entró.

La novia estaba en la sala     y un tiro le disparó

y otra hermana que allí había     otro tiro le pegó.

A esto que estaba la madre,     la pistola fue y le quitó;

viendo que no podía gozar de ella,     un bocao en la cara le dio.

Desesperado de allí,     al campo se arretiró.

Ha llegado a una casilla     y un vaso de agua pidió.

Estándoselo bebiendo,     el tren que piteó,

se puso debajo la vía     y el tren lo despedazó.

Resumen de "Madres que tengáis hijas"

Una joven inicia relaciones con un muchacho. La madre de ella, que lo descubre, intenta impedirlo. Desesperado, el joven coge una pistola y se dirige a casa de su novia, matándola a ella y a su hermana, que se encuentra en la misma sala. También lo intenta con la madre, pero ella le arrebata la pistola. El joven huye de la casa y se arroja a las vías del tren.