Seducida, salvada por el rosario

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Informantes

Notas

La informante repite los versos 17 y 18.

Junto a la informante se halla una mujer que le corrige el último hemistiquio a “qué dirían tus hermanos”.

Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00032 26).

Bibliografía

IGRH: 0208

Otras versiones de "Seducida, salvada por el rosario"

Álvarez Cárcamo (2019: 11.5); Díaz (2007: E.16); Fraile Gil (2010: n.º 70); Pimentel García (340: n.º 340); Salazar (1999: n.º 216); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 136).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

El día Pascua de Flores,     por ser día señalado,

se enamora aquella dama     de aquel galán tan bizarro.

Siete leguas la sacó     por los montes extraviados,

al cabo las siete leguas,     la joven  le ha preguntado: 

¿Dónde me llevas, amor,     que tan desterrada me hallo?

Voy a quitarte la vida     después de haberte gozado. 

Antes de que te la quite,     voy a descansar un rato,

de cabecera pondré     la silla de mi caballo.

Si te vas a descansar,     yo me pondré a tu lado,

yo me pondré de rodillas     con el rosario en la mano

pidiendo a Dios de los cielos     y a la Virgen del Rosario

que me recoja mi alma,     mi cuerpo queda en el campo.

Para mí no hay sepultura,     para mí no hay campo santo,

para mí no hay sacerdotes,     mi cuerpo queda en el campo.

¿Qué son estos arroyos     que por mis pies han pasado?

Son lágrimas de mis ojos      que de llorar no han cesado.

Ya no te quito la vida     ni tampoco te hago daño,

con las palabras que has dicho     el corazón me has quebrado.

Si quieres ir para tu tierra,     montarás en el caballo,

y si quieres, pa la mía     nos iremos de la mano. 

Pa la tuya, caballero,     que para la mía no me hallo 

y si vamos pa la tuya,     nos iremos de la mano. 

Resumen de "Seducida, salvada por el rosario"

Una muchacha se enamora de un caballero, con el que se fuga. Después de andar varias leguas, el caballero le comunica que su intención es gozar de ella para después matarla. Hacen un alto en el camino. Mientras que el caballero duerme, la muchacha reza un rosario y le implora a la Virgen que se lleve su alma antes de que pierda la honra. El caballero, que la está escuchando, se apiada de ella y la lleva de vuelta con sus padres o le propone matrimonio.