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Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00037 02 y 03).
Bibliografía
IGRH: 0000
Otras versiones de "Crimen de La Nora del Río (León)"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Sagrada Virgen del Carmen, Madre de Dios soberana,
amparo de pecadores, refugio de nuestras almas,
consuelo del afligido, Madre nuestra y abogada,
da luz a mi entendimiento y a mi torpe pluma gracia,
para que acierte a escribir en esta pequeña plana
el crimen más horroroso que se ha visto en la comarca.
En el pueblo de La Nora, ayuntamiento de Alija,
ocurrió un horrendo crimen, singular plana lo explicita.
Un día veinte de noviembre, ¡qué día tan desgraciado,
para la joven Teresa, tirana muerte le han dado!
María Teresa Rubio esta joven se llamaba,
el día veinte de noviembre recibió una muerte amarga.
El que antes era novio de la joven desgraciada,
ahora se vengó el infame en darle muerte tirana.
Agustín Pérez se llama este joven criminal
que en este estado se encuentra con veintiocho años de edad.
Esta joven ya tenía veinticinco años de edad,
y aún el joven Agustín no se quería casar.
Pues en este medio tiempo un joven la pretendió,
el que intentaba casarse, lo cual no lo consiguió.
A los tres días después de que ya novia salió,
el joven Agustín al encuentro la salió.
María iba a lavar a una fuente allí cercana,
y él la estaba esperando como una fiera malvada.
Aquí se para la pluma, señores, al recordarlo,
que a una joven tan hermosa así la haya asesinado.
La cogió por los cabellos Agustín desesperado,
sin escuchar sus lamentos tres cuchilladas la ha dado.
Las tres fuertes cuchilladas en el cuello se las dio,
y bañándose en su sangre a Dios su alma entregó.
En vísperas de casarse, ¡qué triste y qué doloroso,
es ver morir a una joven de un modo tan espantoso!
Él se marchó de La Nora deprisa y acelerado,
y en llegando a la bañeza al juzgado se ha entregado.
Al despedirse del pueblo Agustín Pérez decía:
―Adiós, familia del alma, adiós, pueblo de mi vida.
Tened cuidado, mocitos, con los amores de hoy día,
que a veces suelen traer llantos a muchas familias.
Una oración a la Virgen recemos con devoción
que le perdone el pecado y la de la salvación.