Soldado en Ceuta / Melilla

Audio

Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2549r

Informantes

Notas

Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00037 09).  

Bibliografía

IGRH: 0000

Otras versiones de "Soldado en Ceuta / Melilla"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 3); Atero Burgos (2003: n.º 146); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 110); Checa Beltrán (2005: n.º 28); Foxo (2011: p. 59); Heredia Menchero (2017: n.º 1028); Manzano Alonso (2003: pp. 652-654); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 181); Moreno Moreno (2016: n.º 134, 135); Pimentel García (2020: n.º 510); Rico Beltrán (2009: n.º 87); Trapero (2000a: n.º 158); Trapero (2003: n.º 91); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 163).

Contaminaciones y engarces

Manolo mío + Soldado en Ceuta / Melilla (CLO, 1251r).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

 Adiós, España, gritó un soldado     al despedirse de su nación—,

adiós, mis padres, adiós, hermanos,     adiós, Amelia del corazón. 

Si por desgracia en Ceuta muero,     nunca te olvides del que te amó.

Marcha, soldado, marcha tranquilo,     vete dispuesto a pelear,

que soy Amelia la que te quiere      y la que nunca te olvidará.

Hacía tres meses que en Ceuta estaba,     y una carta él recibió,

era de Amelia, la que él quería,     la que le dice que se casó.

Pobre soldado, qué triste estaba,     cayó en el suelo sin compasión,

y una morita que allí se hallaba    gritó: ¡Soldado, aquí estoy yo!

No tengo padre, ni tengo madre,     ni tengo hermanos, ni tengo amor;

si tú quisieras, noble soldado,     nos casaríamos juntos los dos.

Hacía seis meses que en Ceuta estaba,     y otra carta él recibió,

era de Amelia, la que él quería,     la que le dice que ya enviudó.

Tú bien viudita, yo bien casado,     con una mora que me apañó;

viva mi mora, viva mi mora,    que mis penitas me consoló.

Resumen de "Soldado en Ceuta / Melilla"

Un soldado es enviado a la guerra de Marruecos, por lo que se ve obligado a separarse de su novia. Ella le promete fidelidad. Después de un tiempo, el muchacho recibe una carta de su amada en la que le comunica que se va a casar con otro hombre. El soldado cree morir de dolor. Lo consuela una mora, que se convierte en su novia. Después de un tiempo, recibe otra carta de su antigua novia en la que le hace saber que ha quedado viuda y le propone que retomen la relación. Él rechaza su proposición porque está enamorado de la mora. En algunas versiones, le informa de que se ha casado con la mora y le comunica que pronto se trasladarán a España para vivir su amor.