En la estación de Alicante

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2561r

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Notas

Este registro ha sido recopilado en el marco del proyecto de I+D (Excelencia) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades “Documentación, tratamiento archivístico digital y estudio lexicológico, histórico-literario y musicológico del patrimonio oral de la Andalucía oriental” (referencia: FFI2017-82344-P), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Agradecemos la valiosa colaboración de M.ª Teresa Aranzana Escudero, que nos puso en contacto con las informantes de la localidad de Alcolea.

Bibliografía

IGRH: 5012

Otras versiones de "En la estación de Alicante"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3904); Alcalá Ortiz (2006: pp. 58-60); Alguacil González (2012: pp. 60-61); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 55); Atero Burgos (2003: n.º 273); Benítez Sánchez (2000: p. 255); Checa Beltrán (2005: n.º 44); Díaz (2007: F.26); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 91-93); Higueras Martínez y Aguilar González (2000: pp. 163-164); Manzano Alonso (2003: 507-509); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 248); Moreno Moreno (2016: n.º 190-193); Pimentel García (2020: n.º 615); Tejerizo Robles (2007: n.º 425); Trapero (2000a: n.º 193); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 182).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

En un pueblo de Alicante     a un tren subió un militar

en un coche de segunda     que para su casa va.

Al ir a tomar asiento,     el joven quedó mirando

a una muchacha muy guapa     que lleva el niño en los brazos.

La señora le pregunta:     ¿Es que va usted con permiso?.

El militar le contesta:     No, señora, voy cumplido.

La señora se conmueve     y le dice muy risueña:

Si no tiene inconveniente,     ¿por qué no me da las señas?

Soy de Almadén de los Ríos,     me llamo José Jiménez,

vivo en la calle Mayor,     número cuarenta y nueve.

La señora se conmueve     y le dice con mucha gracia:

¿Me quiere coger el niño     mientras bajo a beber agua?.

Se pasan cuatro estaciones,     la señora no volvió,

y el militar con el niño:     ¿Qué voy a hacer yo?

Se queda mirando al niño,     dice: No viene tu madre.

Ve que en la mano derecha     lleva colgada una llave,

le quita la llave al niño,     coge y abre la maleta,

y envuelto en unos papeles     llevaba diez mil pesetas.

En los papeles decía:     “Procure al niño criarlo,

y si no tiene dinero,     lo publica en el diario”. [Com.]

Al llegar a la estación,     su madre que lo esperaba,

al verlo con aquel niño,     su madre le preguntaba,

y la novia le decía:     Tú me tienes engañada.

Desde la estación al pueblo     le cuenta lo que le pasa,

cómo le dieron el niño     y el dinero que llevaba.

Preparan para la boda,     ellos pronto se casaron

y se llevaron al niño,     con biberón lo criaron.

Cuando tenía quince años,     se ha metido en un taller,

a que aprendiera de chófer,     que eran los deseos de él.

Cuando tenía dieciocho,     se ha marchao pa Barcelona,

y se ha colocao de chófer     con una noble señora.

Ya llevaba varios meses     sirviendo en aquella casa,

le hacían varios regalos     por lo bien que se portaba,

hasta que un día la señora     le ha llamado a su despacho:

Perdona mi atrevimiento     y escucha lo que te hablo:

si tú te casas conmigo,     como yo no tengo a nadie,

todito mi capital     será pa ti y pa tus padres.

Sí, señora, sí tengo padres,     pero buena no será,

estando yo pequeñito     me ha entregado a un militar.

Ven acá, hijito querido,     ven acá, que tu madre soy yo,

ven acá y dame un abrazo,     hijo de mi corazón.

A los que a ti te han criao     tengo pedirles perdón

y también darles las gracias     por hacerme este favor.

[Com.: No. Me he equivocao.]

Resumen de "En la estación de Alicante"

Una señora muy guapa que lleva a un niño en brazos comparte vagón con un militar que regresa a casa. Esta le pide que coja a la criatura en brazos mientras baja a beber agua. Pasado un tiempo, el militar sospecha que la madre no va a volver, así que decide revisar una maleta que hay al lado del niño. La abre y descubre que contiene diez mil pesetas y una carta en la que se ruega que críen al niño. Su novia y él deciden adoptarlo. Cuando crece, se marcha a servir como chófer a una casa importante. La señora le propone matrimonio, prometiéndole todo su capital. Él acepta y, cuando ella le pide las señas, descubre que es su hijo y le explica que lo abandonó para no manchar la honra de su familia.