Memorias de la guerra de Marruecos

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2574r

Informantes

Recopiladores

Notas

En esta versión, el informante repite los últimos versos de la siguiente forma: “—Que no me levanto, que no; / que no me levanto, que no; / que no me levanto, / que ya estoy cumplido. // —Que sí te levantas, que sí; / que sí te levantas, que sí; / que sí te levantas, / recluta perdido”.

Notas léxicas

entrar en quintas: ‘loc. verb. En el servicio militar, llegar a la edad en que se sortea’ (DRAE, 2014). Esta voz, según observamos en el NTLLE, se registra por primera vez en el DRAE (1956).

(Nota léxica de Marta Torres Martínez)

Bibliografía

Otras versiones de "Memorias de la guerra de Marruecos"

Pimentel García (2020: n.º 508); Trapero (2003: n.º 89).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Diecisiete febrero,     papeles se repartían;

la quinta el cincuenta y siete,     que para África salía.

—Adiós, padre, y adiós, madre;     adiós, mi novia, también.

Me voy pa’ tierra africanas,     sin saber si volveré.

Unos dicen que si hoy,     y otros dicen que mañana.

El día que yo entré en quinta,     puse un ramo en tu ventana.

Puse un ramo en tu ventana     de rosas y de claveles;

el día que me licencie,     te lo pondré de laureles.

Te lo pondré de laureles     por ser la más preferida,

con un letrero que diga:     “Yo sirví en la gasolina”.

Yo sirví en la gasolina,     y el cuerpo más elegante;

que en toda la formaciones     siempre vamos al volante.

También comemos paella     y arroz cocido con uvas.

(……………..…...............…..     ………...................……..……..) 

Adiós, Melilla querida,     yo me marcho para España.

—Que no me levanto,     que ya estoy cumplido.

—Que sí te levantas,     recluta perdido.

Resumen de "Memorias de la guerra de Marruecos"

Un quinto marcha a la guerra de Marruecos. Se despide de sus padres y de su novia, que llora desconsolada porque teme que la deje por una morita. Él le promete fidelidad. A continuación, relata las calamidades que sufren los quintos en la guerra, frente a los privilegios de los oficiales. Pese a su bajo salario, los soldados se juegan la vida por proteger a los del Tercio y a los regulares, que disfrutan de ventajas de las que ellos carecen.