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Otras versiones de "Soldado devoto de san Antonio"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
A san Antonio de Pauda le pido salud y amparo
para poder explicar este grandimo milagro,
que allí en Filipinas (y) había un soldado,
prisionero estaba siete, ocho años.
Y el trabajo que le daban, el pobre mucho sufría;
en compañía de un toro, labraba todos los días.
Dormir por la noche (y) era en un corral,
de comer le echaban lo que a un animal.
Como Dios le echó al mundo, en cueros iba el soldado,
y como calentaba el sol su cuerpo lleva tocado.
Sus piernas ocultas (y) él se las tapaba
con un delantal que se hizo de palma.
Con cincuenta mil heridas que en su fuerza presentaba,
y cuando se iba a labrar los traidores le pinchaban.
Y ellos le decían: —Y ha llegado el fin;
mañana a estas horas tienes que morir.
—Con tres horas que me quedan —el pobre decía él—,
con tres horas que me quedan, ¡cuánto me harán padecer!
Creyendo mis padres que estaría muerto,
y estas tres horitas que estoy padeciendo—.
L’ataron de pies y manos y lo llevan a matar;
navegando como pudo se ha tratado de escapar.
Y un brazo de mar que allí se encontró,
se quitó la ropa y allí se arrojó.
Navegando como pudo, lleno de pena y dolor,
navegando como pudo al otro lado pasó,
y un convento abierto que allí se encontró,
una monjita. [Com.: y no sé qué]