El hijo ingrato

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Referencia catalográfica: 2593r

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IGRH: 0000

Otras versiones de "El hijo ingrato"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 58); Atero Burgos (2003: n.º 264); Hernández Fernández (2010: n.º 56); Moreno Moreno (2016: n.º 188); Pimentel García (2020: n.º 610); Tejerizo Robles (2007: n.º 458).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Una anciana madre,     buena y cariñosa,    

pidiendo limosna     por el mundo va,

teniendo a un hijo     con mucho dinero     

(y) esta pobre madre     ¡cuánto sufrirá!

Y una hermosa tarde     de mayo florido,

por la Macarena     la madre pasó,

se ha acercado a un joven,     bien vestido iba,     

y ella la limosna     (y) va y le pidió.  

Y el joven era su hijo     y en nada la socorrió,

y la pobre de la madre     llorando le suplicó:

—Mi hijo,     maldito hijo,     

sangre negra has de tener;     teniendo tanto dinero

y a la pobre de tu madre     no la puedes socorrer.

Pronto te vendrá un castigo,     yo he de verte padecer

por ser un hijo,     hijo cruel—.

Y al poco tiempo su hijo     ha quedao en mal situación;

todo lo ha empeñado,     no tiene dinero,   

igual que la madre     (y) a implorar salió.  

Y como era un hombre     de malas entrañas,

por todos los sitios     la puerta cerrada,

y entonces negaba     y hasta renegaba

de la triste vida     que vino a parar.

Y él solo se preguntaba:     —¿Y esto será maldición

que mi madre me habrá echado     por ser un hijo traidor?

Mi madre,     querida madre,      

yo te quisiera encontrar     para pedirte perdón;

para ti he sido muy malo,     pero me perdonarás;

y ahora estoy arrepentido     de haberte hecho tanto mal;

mi madre,     ¿dónde estará?—.

Y esta pobre madre,     como era tan buena,      

y a pedir limosna     al hospital llegó;

para socorrerla     salió la priola     

y para enfermera     la madre ingresó.

Y al poco tiempo su hijo     enfermo ha quedado;

También ha ingresado     en el mismo hospital;

y al ver a su madre,     que era la enfermera,    

se ha abrazao a ella     y empezó a llorar.

Y entre lágrimas decía:     —Madre de mi corazón,

¡y, ay, qué malito que vengo!,     tú serás mi salvación.

—Mi hijo,     maldito hijo,

la limosna me negaste,     pero yo no soy igual,

tu madre     te salvará.

Resumen de "El hijo ingrato"

Un individuo adinerado se encuentra a su madre pidiendo limosna en la calle, pero no la quiere socorrer. La madre, dolida, lo maldice por su ingratitud. Cierto día, la anciana acude a un hospital a pedir limosna. La priora decide emplearla como enfermera. Al cabo del tiempo, el hijo queda pobre y enfermo, y se acuerda de su madre, arrepintiéndose profundamente de su comportamiento. Su mal se agrava, por lo que ingresa en el hospital donde trabaja su madre. Se reencuentra con ella y le pide disculpas. Finalmente, la mujer decide perdonarlo y ayudarlo a sanar.