En la estación de Alicante

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 2688r

Informantes

Recopiladores

Flori Velasco

Responsable del grupo investigador: Jerónimo Anaya Flores

Notas

IGRH: 5012

Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Bibliografía

Otras versiones de "En la estación de Alicante"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3904); Alcalá Ortiz (2006: pp. 58-60); Alguacil González (2012: pp. 60-61); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 55); Atero Burgos (2003: n.º 273); Benítez Sánchez (2000: p. 255); Checa Beltrán (2005: n.º 44); Díaz (2007: F.26); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 91-93); Higueras Martínez y Aguilar González (2000: pp. 163-164); Manzano Alonso (2003: 507-509); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 248); Moreno Moreno (2016: n.º 190-193); Pimentel García (2020: n.º 615); Tejerizo Robles (2007: n.º 425); Trapero (2000a: n.º 193); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 182).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

En la estación de Alicante     a un tren subió un melitar

con un coche de segunda     que para su casa va.

Al a ir a tomar asiento,     el joven queda mirando

a una señora muy guapa     que llevaba un niño en brazos.

La señora le pregunta:     —¿Es que va usted con permiso?—.

Y el militar le contesta:     —No, señora, voy cumplido.

La señora se queda mirando al niño     (…………………………………)

—¿Quiere sostenerme al niño     mientras bajo a beber agua?

Se pasan cuatro estaciones,     la señora no volvió

y el militar con el niño:     —¿Ahora qué voy a hacer yo?—.

Se queda mirando al niño:     —Chiquillo, no viene tu madre—.

Y vio que en la mano derecha     llevaba colgada una llave.

Le coge la llave al niño,     coge y abre la maleta,

envuelto en unos papeles     llevaba diez mil pesetas,

y en los papeles decía:     “Percure al niño criarlo

y, si no tiene dinero,     lo publica en el diario”.

Ya ha bajado a la estación,     donde todos lo esperaban,

y al verlo con aquel niño     su madre le preguntaba.

La novia se aproximó     diciéndole estas palabras:

—¿Ese niño de quién es?     Tú me tienes engañada—.

Desde la estación al pueblo     le contó lo que pasaba

y cómo vieron al niño     y el dinero que llevaba.

Prepararon pa la boda     y enseguida se casaron

y al niño se lo llevaron,     con biberón lo criaron.

Cuando tiene quince años,     lo meten en un taller

pa que aprendiera de chófer,     que eran los deseos de él.

Ya que este es un buen oficio,     este marchó a Barcelona

y se colocó de chófer     con una noble señora.

Ya llevaba varios meses     sirviendo en aquella casa;

le hacían varios regalos     por lo bien que se portaba.

[Un día la señora]     lo ha llamado a su despacho:

—Perdona mi atrevimiento,     pero escucha cómo te hablo.

Si tú te casas conmigo,     como yo no tengo a nadie,

todito mi capital     será para ti y tus padres.

—Sí, señora, que me caso,     (………………….)

ya que soy tan pobre,     (………………….)

porque siendo yo pequeñito     (………………….)

me entregaron a un melitar.     (………………….)

—Ven acá, hijo querido,     tu madre propia soy yo;

ven aquí, dame un abrazo,     hijo de mi corazón.

No lo hice por desprecio,     lo hice por no manchar

la honra de mi familia,     pero me perdonarás.

Perdóname, hijo querido,     que yo no fui madre mala,

por eso dejé dinero     para que a ti te criaran.

Y los que a ti te criaron     quiero pedirles perdón

y también darles las gracias     por este grande favor.

Resumen de "En la estación de Alicante"

Una señora muy guapa que lleva a un niño en brazos comparte vagón con un militar que regresa a casa. Esta le pide que coja a la criatura en brazos mientras baja a beber agua. Pasado un tiempo, el militar sospecha que la madre no va a volver, así que decide revisar una maleta que hay al lado del niño. La abre y descubre que contiene diez mil pesetas y una carta en la que se ruega que críen al niño. Su novia y él deciden adoptarlo. Cuando crece, se marcha a servir como chófer a una casa importante. La señora le propone matrimonio, prometiéndole todo su capital. Él acepta y, cuando ella le pide las señas, descubre que es su hijo y le explica que lo abandonó para no manchar la honra de su familia.