La niña de Puerta Oscura

se vio de cara con él,

la frente de calentura,

la boca como un clavel:

―¿A dónde vas niña hermosa,

a dónde vas por ahí?

―Que voy buscando una rosa,

la rosa del mes de abril―.

Y al verla ponerse como una amapola,

Manolo Centeno le dijo a la Lola:

 

―En medio del limonar,

de conchas y caracolas

le tengo que hacer a mi Lola

una bata de coral.

Limonar, limonar,

y que de noche las olas

con negra bata de cola

le cante por soleás―.

 

La niña de Puerta Oscura

al verlo no ha vuelto más

y Málaga la murmura

del Palo hasta el Limonar.

―Qué pena, Manuel Centeno,

que no puedas de venir

a ver este clavel moreno

que ha nacido de ti―.

 

Bordando pañales

pa su criatura,

bordaba canales

la de Puerta Oscura:

 

―Limonar, limonar,

ay, qué pena de mi limonar―.