Al pasar la barca

me dijo el barquero:

—Las niñas bonitas

no pagan dinero.

 

—Yo no soy bonita

ni lo quiero ser.

Tome mi dinero

y páseme usted—.

 

¿Quién dirá que la carbonerita,

quién dirá que la del carbón,

quién dirá que yo estoy casada,

quién dirá que yo tengo amor?

 

La carbonerita, la carbonerita,

la carbonerita se quiere casar

con el conde, conde de Cabra,

conde de Cabra se le dará.

 

—Yo no quiero conde de Cabra,

conde de Cabra, triste de mí;

yo a quien quiero solamente,

solamente es a ti.

 

¶

[Com.: Eso era jugando a una ruea, se señalaba a una y salía la otra]