La canción se canta de la siguiente manera: “Un fraile de San Francisco, / que el oficio le cansaba, / que el oficio le cansaba, / que el oficio le cansá, / cuando la murria le daba, cogía y tocaba el pi, pi, pi, pi, pi, pi, pito. / Como el convento era grande, / y los frailes infinitos, / y los frailes infinitos, y los frailes infiní, / se oía desde allí dentro / más de cuatrocientos pi”.

Los informantes lo consideran un chascarrillo.

Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00019 76).