¡Oh, mi querido san Antón!

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 3049c

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Notas

Este tipo de composiciones son recitadas por los quintos durante las fiestas de san Antón Abad celebradas en San Cebrián de Campos (Palencia). Los recitadores, ataviados con un traje tradicional, declaman montados en una mula.

Bibliografía

Versión publicada en Weber-Antón (2017: 322-325).

Transcripción

¡Oh!, mi querido san Antón,

aunque sea 14 de enero,

aquí se presenta la última quinta

ante vosotros, pinchorreros.

 

Por cambiarte la fecha

perdónanos, san Antón,

pero es que si no aquí la gente

no hace ni botellón.

 

Muchos no me conocéis,

pues soy de Villoldo,

pero el orgullo pinchorrero

lo llevo aquí muy hondo.

 

Nieta de la Maura,

también de Jesús Losada

que eran vecinos de pequeños

y luego compartieron casa.

 

Última quinta de mi año,

qué le vamos a hacer,

pero es que mi madre las uvas

en el hospital quiso comer.

 

Aunque no nací aquí,

sí nacieron mis aficiones

con mis primos y amigos

y ahora los quintos, los mejores.

 

Aunque vivo en el pueblo vecino,

paso mucho tiempo aquí,

pues cualquier evento que haya,

nada me cuesta venir.

 

Ya sea un teatro,

una fiesta de por aquí,

merienda o presentación

del libro de Beatriz.

 

Y este año para estudiar

a Oviedo me tuve que ir

porque Terapia Ocupacional

no lo tenemos por aquí.

 

Y como hija de la Elena,

a las del 78 hay que recordar

que fueron las primeras muchachas

en la quintada celebrar.

 

Para preparar la quintada

antes se iba a las bodegas,

ahora con el Tuenti

intercambiamos las ideas.

 

Aun no tengo novio,

que soy joven dice mi madre,

pero si encuentro un buen mozo,

no pienso despreciarle.

 

Que soy joven está claro,

mi vida da para poco,

hablemos de otras cosas

que pasaron en el foro.

 

En mayo municipales,

¿quién iba a ganar?,

está claro que Marta

los votos se iba a llevar.

 

Por el PP una forastera

se os quiso ofrecer,

como no sabéis quién es,

os la doy a conocer.

 

De nombre María Elena

le quisieron poner,

natural de Villoldo,

nieta de don José.

 

Y en las elecciones generales

Rajoy tuvo que ganar

y parece que a las tijeras

mucho le quiere dar.

 

Cuando era candidato

de la crisis nos iba a salvar,

ahora que es presidente

más largas nos da.

 

Lo bueno de Mariano,

no podremos echarle en cara

si no cumple las promesas,

porque no prometió nada.

 

El 15 de mayo

los indignados tomaron sol,

solo nos falta la luna,

decía la canción.

 

Primero los políticos

decían ser simpáticos,

pero luego mandaron polis

y los echaron con el látigo.

 

Este año en la casa real

no tuvieron Nochebuena,

que yo me caigo, que tú te vas,

nadie quiso hacer la cena.

 

Qué decir del rey

y como le salieron los yernos,

a uno le gusta la harina

y al otro el monedero.

 

Luego les dan castigos

con correas de peluche,

de directivo a trabajar

¡yo también quiero ser duque!

 

Y hablando de duques,

nos pasamos por la casa de Alba,

que este año hubo boda

¿no sería por la pasta?

 

Dejemos la política,

también la sociedad,

volvamos a los hechos

que han pasado en San Cebrián.

 

A los niños de este pueblo

les encantan las averías,

¿qué os pasó en verano,

que os rompieron las tuberías?

 

En el campo de fútbol

ya no se podía jugar,

si te descuidabas,

te hundías en el barrizal.

 

Parece que en este pueblo

me quieren retener,

una barrera de contenedores

en la carretera suelen poner.

 

Nos cambiaron las farolas,

las pusieron con sombreros,

están más elegantes,

pero ahora alumbran menos.

 

Los de la Straga por fin

un local consiguieron,

después de tanto deambular,

con una casita se hicieron.

 

Como Marta es de la peña,

parece que tuvieron enchufe

y ahí se instalaron

para llenarse el buche.

 

Y las fiestas de este pueblo

son algo que mencionar,

pues no me pierdo una,

¿este pueblo qué tendrá?

 

En las de septiembre

qué bien lo pudimos pasar

y cuando llegó la madrugada

alguno fue al hospital.

 

Y como no podía faltar,

del cura algo hay que decir

si es que, Raúl amigo,

todos te queremos por aquí.

 

Una semana al año

nos vamos de campamento,

si alguna vez Raúl falta,

menudo desconcierto.

 

A mis quintos y quintas

las gracias tengo que dar,

pues este año la quintada

conmigo quisieron celebrar.

 

Ya el sol baja,

el frío va viniendo,

nos vamos a merendar,

yo me voy despidiendo.

 

Esta noche hay verbena,

así que debo recordar

que traigáis llena la cartera

y dispuestos a bailar.

 

En San Cebrián nos gustan las fiestas

y las de quintos mucho más,

os esperamos en febrero

con ganas de disfrutar.

 

¡Adiós, san Antón bendito,

adiós, san Antón Abad,

aquí se despiden los quintos,

gracias por escuchar!

 

¡Viva San Antón Abad!