Gracias a Dios que llegamos

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 3118c

Notas

La canción se canta a dos coros, uno de hombres y otro de mujeres.

Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00022 03).

Transcripción

Gracias a Dios que llegamos

al portal de la hermosura

donde se recrea el sol,

las estrellas y la luna.

 

Esta casa es de María

y está formada en el aire;

los hombres que en ella habitan,

caballeros principales.

 

Licencia pido a Jesús

y a la Virgen soberana

para cantar esta historia

que he aprendido en España.

 

Licencia pido al cerrojo,

licencia pido a la llave,

licencia te pido a ti,

licencia pido a tus padres.

 

Informado estoy, señores,

informado muy de veras,

que os veréis a la mañana,

Dios quiera para bien sea.

 

Y que gocéis matrimonio

según tu amor lo desea,

y yo de mi parte vengo

a daros la enhorabuena.

 

Mis amigas, camarada,

ellas te darán la misma;

tus padres le dan presentes,

Dios les dé padre en la vida.

 

Y a ti, hermosísima dama,

que logres lo que deseas,

también digo a vos, galán,

hombre de muy altas prendas,

 

que la sepas estimar,

con amor y reverencia;

no te la dan por esclava,

te la dan por compañera.

 

También pido a vos, señora,

que mañana des por cierta

la bendición de tus padres

antes de ir a la iglesia.

 

Mañana será aquel día

de tu dulce matrimonio;

que a la puerta de la iglesia,

estén la novia y el novio.

 

Con la madrina agarrada

y aquel pañuelo de seda

y toda la compañía

a la puerta de la iglesia.

 

Y te dirá el señor cura

si le quieres a tu esposo,

y tú le responderás:

“Sí le quiero, que es buen mozo”.

 

Y tú le responderás

con muchísima vergüenza:

“Si le quiero, sí le quiero,

y he de estar a su obediencia”.

 

Atiende a lo que te digo,

mira que es cosa muy cierta,

la cual no saldrás de casa,

sin su mérito y licencia.

 

Y por si acaso salieras

a tu vecina a dar cuenta,

por si vinera tu esposo,

que tenga la puerta abierta.

 

Con esto no canto más,

queden con Dios, caballeros,

y a la mañana vendremos

para ir a misa con ellos.

 

Por ser el último día

que gozas de mocedad,

todos los mozos y mozas

te debemos acompañar.

 

Ya se terminó la copla,

señores, a todos pido

que nos perdone las faltas,

que en ellas hemos tenido.