Auto de Navidad: diálogo cómico de pastores

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 3492c

Notas

Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00030 04 y 05).

Bibliografía

DÍAZ GONZÁLEZ, J. y ALONSO PONGA, J. L. (2018). Autos de Navidad en León y Castilla. Producción digital: Fundación Joaquín Díaz.

Transcripción

[Ayudante:]

En el monte de Belén,

nueve pastores unidos

en el campo divertidos

nos tomamos parecer.

¿Qué te parece, Cabello?

¿Cómo estará nuestro ganado?

 

[Cabello:]

Cuando no derecho, echado,

que en eso es poco desvelo,

pues el ayudante y yo,

arrastrados por los suelos

el Rabadán y Macarrón

nos dice que hay mucho hielo.

 

[Macarrón:]

Sí, hay mucho hielo,

pues es la verdad pura.

Te digo que si más me apuras,

estamos en el invierno.

 

[Rabadán:]

En el invierno estamos,

ya lo sé yo, Rabadán,

sostenidos en el campo,

solo con un poco pan

mientras nuestros Mayorales

se cuidan como señores,

y mejor que generales.

Pero calla, que acá viene,

¿qué noticia nos traerá?

 

[Mayoral:]

Buenos días serviciales.

 

[Todos:]

Bienvenido, Mayoral.

 

[Mayoral:]

¿Qué tal habéis pasado la noche?

 

[Zagal:]

Válgame, Dios, qué embajada,

¿no la veis fría y helada

de velar, y sin cenar?

Vaya una pregunta rara.

 

[Mayoral:]

Pero, ¿os enfadáis por eso?

 

[Zagal:]

¿No nos hemos de enfadar?

Claro, tú vienes bien contento,

tu estómago bien dispuesto,

¡qué ganas traes de parlar!

¿No se te ofrece otra cosa?

Aguanta y dínosla ya;

pero mejor es que, luego,

nos dé el pan del morral.

 

[Mayoral:]

¿Tanta hambre tenéis?

 

[Zagal:]

Tres días que nos comemos

cosa alguna que alimente;

bebe agua de la fuente,

echa nabos a cocer.

Las ovejas por los trigos

solo van a correr.

 

[Mayoral:]

Calla, Cabello,

que os traigo una noticia

que nos llena de delicia a todos,

por eso, no hay que enojarse.

 

[Zagal:]

¿Qué noticias nos traerá nuestro amo?

Ya serán buenas, señor.

¿Qué papeles has leído?

Tú que eres hombre instruido,

casi, casi como yo,

que cuando me dan un libro

que tiene las letras grandes,

ando a ver si las apalpo,

porque la vista no me vale

aunque me ponga unos anteojos,

como un sombrero de grandes.

 

[Mayoral:]

No os riais, que es formal.

 

[Zagal:]

¿No nos vamos a reír?

Si siempre vienes con tonterías

y vendrás hasta morir.

 

[Mayoral:]

Es caso serio, muchachos;

es noticia sin igual,

es una señal infalible

que no nos puede engañar.

Un ángel nos da la luz

y en el sitio donde está,

en un portal arruinado,

la Virgen a luz ha dado

en el portal de Belén

que cerca de la ciudad,

que cansada de andar,

que su esposo san José

posada fueron buscando

y no la pudieron hallar.

No tuvieron más albergue

que un triste portal,

donde allí refugiados están.

 

[Zagal:]

¿Qué quieres decir con eso,

que allá con tu retahíla

alientas a las vecinas?

No tengo nada con eso,

¿quién es esa que dio a luz?

¿O es acaso cosa tuya

que tal mujer se vuelve?

¿O qué esperas, por ventura?

 

[Mayoral:]

Todos en el caso estamos

de tanto bien esperar

de una madre sacrosanta,

que es la que en el cielo está.

En el portal de Belén,

como os he dicho ya,

madre sobre todas las madres,

con un hijo sin igual,

que da una luz, la más bella,

con un resplandor sin igual

y un fuego de amor que abrasa

a toda la Cristiandad.

La estábamos esperando,

y la hora llega ya,

y como buenos cristianos,

no nos detengamos más.

 

[Ayudante:]

Yo, por mí, no sé qué hacer.

 

[Rabadán:]

Por mí, no sé qué será.

 

[Zagalín:]

Tres días que no comemos,

no nos podemos pasear.

 

[Mayoral:]

La Virgen todo lo llena,

vamos allá muy contentos,

que sin comer ni beber,

serán nuestros alimentos.

 

[Zagal:]

¡Qué cosa tiene nuestro amo!

Que vayamos a ver a nuestra señora

con la barriga vacía,

ese no es mi parecer.

Con la barriga vacía,

ande, vaya, vaya usted.

Compañeros, a acostarnos,

que ese es mi parecer.

Si usted no quiere dormir,

ya puede echar a correr.

 

[Ayudante:]

Todos nos acostaremos

hasta que el Ángel repita

hasta tres veces:

“Gloria in excelsis Deus”.

Luego, nos levantaremos,

y haremos la sopa.

 

[Ángel:]

Alerta, alerta, pastores;

alerta en este momento,

que yo, de parte de Dios,

he aquí a anunciaros vengo

de que ha nacido en Belén

un inocente cordero,

el Mesías prometido,

el salvador de este pueblo.