La planta violeta

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 3498c

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Notas

Se repiten conjuntamente los versos 3 y 4, 9 y 10, 13 y 14 y 23 y 24.

Transcripción

Una maceta sembré,    

una planta violeta,

todo el día se me iba    

alrededor de la maceta

hasta que un día, por descuido,    

la maceta se secó.

 

Toda su gracia ha perdido,     

ya no ha vuelto a retoñar.

Eso le pasa a los hombres    

que por un vicio les da.

 

No fiarse de los hombres    

ni de sus dulces palabras,

que los hombres no nos quieren    

en volviendo las espaldas.

 

Nos dicen cositas dulces,    

nos dilatan el cariño,

nos llenan el pensamiento    

de tonturas y caprichos

y luego por na nos venden    

como Judas vendió a Cristo.

 

Al pie de la horca estuve    

con la sentencia leía,

si olvidaba tu querer    

me perdonaban la vía.

 

Y yo le dije al verdugo    

con palabritas muy firmes:

—Aprieta bien los cordeles    

que olvidarlo es imposible

que he nacido para él    

y con él quiero morirme.